Cuando hoy el plantel tricolor comience la semana corta de entrenamientos que derivará en su estreno en la Copa Libertadores, que se producirá el jueves a las 19.30 ante Rosario Central en la cancha de los canallas, lo hará con la tranquilidad de estar primero en el Clausura.

Esto es posible por la buena victoria conseguida el sábado de noche en el Parque Central ante Wanderers, en el primer examen de exigencia que los de Gustavo Munúa tuvieron en el torneo. Luego del debut ante el débil Villa Teresa y de golear sin atenuantes a un equipo alternativo darsenero, el sábado Nacional enfrentó a un rival ambicioso, que realiza un estilo similar de juego y que por momentos no sólo insinuó, sino que llevó adelante con éxito lo que pretendía. El choque entre tricolores y bohemios fue bien jugado y entretenido, y tuvo como ganador a Nacional, que justificó su imposición por la neta superioridad mostrada en el segundo tiempo.

A los 75 minutos, luego de un entrevero a la salida de un córner, una media vuelta en el área chica del Papelito Sebastián Fernández, que había entrado a la cancha diez minutos antes, les dio el triunfo a los tricolores. El segundo gol se venía venir prácticamente desde el inicio del segundo tiempo, cuando los locales salieron a presionar con todo a su adversario. Sumando gente con criterio en el ataque, los tricolores comenzaron a lastimar seriamente a los bohemios, que no pudieron sostener el ritmo -seguramente porque sintieron el cansancio- del primer tiempo, en el que habían salido a presionar decididamente en campo rival y por momentos jugaron muy bien.

El Diente Nicolás López y Papelito -cuya ausencia en el equipo titular es difícil de explicar- fueron decisivos en el partido, pero también aportó, aun con intermitencia, Ignacio González hasta que fue reemplazado. Los volantes centrales Gonzalo Porras y Santiago Romero tuvieron una labor más que aceptable, aportando salidas prolijas y apoyando a los delanteros, mientras que los dos laterales, Jorge Fucile y Alfonso Espino, anduvieron bien, yendo permanentemente al ataque y sumando problemas a la zaga bohemia.

En el segundo tiempo el arquero tricolor Esteban Conde prácticamente fue un espectador, cuando en el primer tiempo si bien no había sido protagonista se pudo ganar el rótulo de actor secundario. En esa parte del duelo Wanderers fue al frente y, gracias a la activa participación del siempre inquietante Cangrejo Javier Cabrera y al trajinar del atacante Gastón Rodríguez, complicó y mucho a la zaga tricolor.

Por eso no sorprendió que fueran los albinegros quienes se pusieran adelante en el marcador a los 23 minutos con un gol del mencionado Rodríguez, quien aprovechó un mal pase atrás del zaguero Diego Polenta, eludió bien a Conde y la tocó a la red.

Pero la ventaja les duró poco a los bohemios, porque cinco minutos después de la apertura el Colorado Romero le metió un pase profundo y filoso a Leandro Barcia, que en una de sus contadas intervenciones positivas en el partido entró al área velozmente, antes de ser embestido por el zaguero wanderista Gastón Bueno, que se lo llevó puesto y ocasionó un clarísimo penal, bien sancionado por el árbitro Jonathan Fuentes, de correcta gestión. La sanción fue rematada por el Diente López que con un fuerte zurdazo al medio del arco empató el partido. De ahí hasta el final del primer tiempo el partido se hizo de ida y vuelta. Wanderers tuvo el segundo, pero el remate de Gastón Rodríguez luego de un cierre tardío de Polenta se fue lamiendo el poste y casi en el final de la primera parte Barcia erró un mano a mano luego de una notable asistencia de Romero.

Luego vino el entretiempo y la charla de los técnicos en los vestuarios.

Cuando volvieron a la cancha, un equipo hizo lo que el entrenador le pidió, y al otro se le quemó el libreto.