En esta competencia, que sirvió para estrenar la pista que se utilizará durante los Juegos Olímpicos que se celebrarán en agosto, la comitiva celeste, compuesta por 11 atletas, consiguió la misma cantidad de medallas de oro que en toda la historia: tres. Los ganadores en sus pruebas fueron Emiliano Lasa, Déborah Rodríguez y Andrés Silva.

En la competencia de salto largo Emiliano Lasa se ubicaba primero luego de tres saltos con una marca de 7,90 metros, pero confirmó su dominio y la medalla dorada con el siguiente salto de 8,01 metros. En segundo lugar terminó el español Jean Okutu, bastante lejos de Emiliano, con 7,84 metros. El podio lo completó el brasileño Mauro Silva. Lasa está pasando por un gran momento y prueba de ello es que el 22 de mayo competirá en la capital marroquí, Rabat, en una nueva etapa de la Diamond League, competencia en la que se reúnen los mejores atletas del mundo.

Andrés Silva y Déborah Rodríguez pusieron la bandera uruguaya en lo más alto del podio en Río de Janeiro en las dos ramas de los 400 metros con vallas. Silva compitió el sábado, y consiguió avanzar a la final, con el tercer puesto de su serie. Ese día el tacuaremboense estuvo lejos del objetivo de alcanzar la marca olímpica. Sin embargo, en la prueba del domingo se lució y se quedó con la medalla de oro. Faltó la frutilla de la torta, ya que su tiempo fue de 49,48 segundos y precisaba 49,40 para clasificar a los Juegos Olímpicos. Apenas ocho centésimas lo separaron del objetivo, pero tendrá nuevas posibilidades de lograr la marca en su gira por Europa. Por su parte, Déborah ganó su carrera con un tiempo de 57,22 segundos. Para alcanzar la marca olímpica en esa prueba necesita 56,20 y también buscará conseguir ese guarismo en el viejo continente.

Antes, en la mañana del domingo, Lorena Sosa logró su mejor marca personal (2:08,00 minutos) en los 800 metros. Este tiempo le valió una medalla de plata. Ya en la mañana de ayer los clasificados a las olimpíadas en maratón, Nicolás y Martín Cuestas, salieron a la pista para la prueba de 5.000 metros. Ambos tuvieron una actuación destacada, alcanzando sus mejores marcas personales, por debajo de los 14 minutos. Nicolás fue medalla de bronce, con un tiempo de 13:58,60 minutos y su hermano Martín terminó cuarto con 13:59,53.

“La carrera fue soñada, se dio exactamente como queríamos. Salimos a ritmo e íbamos casi últimos, pero mantuvimos el paso y agarramos al pelotón de punta. Después de los 3.000 metros agarré al primero y frené la carrera para que pudiéramos correr con mi hermano a falta de 600 metros. En la última vuelta corrimos muy fuerte y nos despegamos de los que teníamos atrás”, contó Nicolás a la diaria. El medallista de bronce agregó que su objetivo era correr por debajo de los 14 minutos y que la medalla salió “de yapa”. Explicó, además, en qué consistió la estrategia mencionada de frenar la carrera: “Te ponés al lado del que va adelante y no le hacés fuerza para pasar. El que va adelante se pone nervioso, por lo que tiende a frenar o a acelerar, dependiendo de cómo vaya en ese momento”. Al decir de Nicolás, la jugada le salió a la perfección.

Ya en la tarde de ayer llegó la última medalla para el deporte celeste. María Pía Fernández salió a la pista a representar a nuestro país en los 1.500 metros y la atleta oriunda de Flores se colgó la medalla de bronce con un registro de 4:12,61 minutos. Ese tiempo es además el nuevo récord nacional en la prueba, que ya lo tenía Fernández, pero que ayer mejoró en casi siete segundos.

En total, sumando las 16 ediciones anteriores del Iberoamericano de Atletismo, el medallero uruguayo sumaba tres preseas de oro, cinco de plata y nueve de bronce. En la 17ª edición aumentó la cuenta a seis de oro, seis de plata y 11 de bronce, lo que reafirma el excelente desempeño de los atletas uruguayos.