La diputada nacionalista Verónica Alonso elaboró en conjunto con Pedro Bordaberry un proyecto de ley para prohibir el ingreso de funcionarios públicos durante cinco años. Esta propuesta generó molestias en varios dirigentes de su sector, Alianza Nacional, ya que la hizo pública antes de consultarlos. “Nuestras propuestas políticas pasan por reprimir, bajar el costo del Estado y recuperar reliquias de algún caudillo del siglo pasado. Si un dirigente se apropia en solitario de una de ellas, se acabarían en un par de minutos, y el resto tendría que dedicarse a pensar alguna otra cosa. Es muy desleal de su parte”, aseguró un dirigente aliancista.

Otro de los motivos de enojo fue que eligiera a Bordaberry como socio para presentar el proyecto, en lugar de recurrir a algún compañero de bancada. Alonso explicó que “para presentar un proyecto tan de derecha y no quedar como una reaccionaria, la única opción que tengo es hacerlo junto con alguien que esté más a la derecha que yo”. Además, recordó sus vínculos con la bancada evangélica. “Si me junto con esos chiflados, ¿no me voy a juntar con un colorado?”, señaló.

La diputada aclaró, de todos modos, que su propuesta “no es nada radical”, ya que “la prohibición de entrada de funcionarios públicos es por cinco años: cuando volvamos al poder reabriremos las puertas”. “No me cabe ninguna duda de que los nacionalistas vamos a ganar las elecciones en 2019, así que para 2021 vamos a necesitar hacer entrar mucha gente al Estado para pagar todos los favores políticos que tendremos que pedir”, sostuvo.

Con respecto a este último punto, Alonso recordó que una buena parte de los votantes del Partido Nacional son del interior. “Yo soy más montevideana que la plaza Cagancha pero sé que la clave de nuestra victoria está fuera de la capital, y a los canarios no hay otra manera de entrarles que prometiéndoles gauchadas”, dijo.