Acompañado por su padre, Pablo, y por el presidente del club, Juan Pedro Damiani, Diego Forlán se despidió ayer de Peñarol, activando la cláusula de rescisión que su contrato le permitía.

Las primeras palabras fueron de agradecimiento: “Les tengo que agradecer a todos, pero también a la hinchada, que te emociona. Haberlo disfrutado es increíble. Tuve la oportunidad de hacer el primer gol en el Campeón del Siglo y de ser campeón. Fuimos criticados, pero le dimos una alegría a Peñarol”, dijo el 10, quien además se mostró agradecido a Pablo Bengoechea “porque fue de las personas importantes para mi llegada”.

La pregunta no se hizo esperar. Todo el mundo quería saber el porqué de su ida y Forlán fue contundente: “¿Por qué me voy? Porque creo que es complicado el fútbol. Hoy en día las cosas están bien, y mañana perdés y vuelven a estar de la misma manera; me parece que, a mi edad, pasar por eso otra vez no vale la pena”. El comentario era una referencia a las críticas recibidas por él y por el funcionamiento del equipo en general. Forlán reconoció que no fue el mejor campeonato en cuanto a juego y rendimiento, y que hasta él esperaba más de sí mismo. Incluso fue más allá y le pidió disculpas a la parcialidad de Peñarol por los malos momentos en el torneo. A la vez, el delantero dio su visión de cómo se trata a los jugadores de fútbol en Uruguay: “El jugador en todas partes del mundo es respetado de otra manera, y acá no. Eso duele. Tendría que haber un cambio general. Entiendo el momento complicado del país, y a veces es más fácil ir a un estadio a gritar y sacarse las ganas que pagar un psicólogo. Es entendible y lo respeto. Si la crítica la hacen bien no tengo problemas; no me gusta cuando buscan cosas que no hay”.

El cierre de sus declaraciones hizo foco en su futuro. “Tengo 37 años. Quiero seguir jugando. Es difícil darse cuenta cuándo es el momento de retirarse”, comentó Forlán. Ofertas en concreto no hay, eso lo dejó en claro. Se habla de Independiente de Avellaneda, club que le dio la oportunidad de debutar en Primera División y de saltar al fútbol europeo, pero también corren rumores de que su carrera continuará en el fútbol de Estados Unidos. Todo está por verse. Si bien dejó abiertas las posibilidades, las opciones en Argentina o en Estados Unidos son bastante razonables. Mucho más la segunda que la primera. La tranquilidad que le ofrece la liga yanqui es mayor que la argentina. Más aun teniendo en cuenta que cuando Forlán asistió a la despedida de Gabriel Milito, la hinchada del rojo le silbó cada vez que tocó la pelota, teóricamente porque no había querido volver al club en 2013. Pero además, Forlán dijo que quiere “disfrutar del deporte”, algo que, a su criterio, parece ser difícil en esta parte del mundo.