Detalles confirmados
La Confederación Sudamericana de Fútbol dio a conocer ayer las fechas de disputa de los partidos de la primera fase de la Copa Sudamericana, torneo en el que los representantes uruguayos serán Peñarol, Plaza Colonia, Wanderers y Fénix.
El primero en jugar será Peñarol, que será visitante ante Sportivo Luqueño de Paraguay el 9 de agosto a las 19.15 (hora uruguaya) en el estadio Feliciano Cáceres de la ciudad de Luque. El mismo día pero a las 21.15, será Fénix el que debute, como local, en Montevideo, ante Cerro Porteño de Paraguay. Los capurrenses aún no decidirieron dónde jugarán como locales.
Un día después, el miércoles 10 a las 21.00, Wanderers será local ante O’Higgins de Chile, también en un escenario a confirmar. Finalmente, el jueves 11 se cumplirá el histórico debut de Plaza Colonia; a las 20.00 los patas blancas serán visitantes en Santa Cruz de la Sierra ante Blooming.
Las revanchas de todas las series serán la semana siguiente. El martes 16 a las 20.30 jugarán simultáneamente Wanderers y Peñarol, los bohemios en Chile y los aurinegros en el Campeón del Siglo, mientras que el miércoles 17 definirán sus llaves Plaza Colonia y Fénix, los primeros en el estadio Alberto Suppici de Colonia y los albivioletas en Asunción del Paraguay.
Independiente del Valle de Ecuador y Atlético Nacional de Medellín de Colombia juegan esta noche a las 21.45 en el estadio Atahualpa de Quito el primer partido final de la presente edición de la Copa Libertadores de América.
El sorprendente Independiente ecuatoriano, que dirige el uruguayo Pablo Repetto, intentará lograr el máximo hito de su corta historia, que se inició en 1958, aunque recién compitió por primera vez en la Primera División ecuatoriana en 2010. Por su parte, Atlético Nacional intentará reeditar el título que obtuvo en 1989.
Una curiosidad del partido de hoy será que a la terna de árbitros integrada por los paraguayos Enrique Cáceres, Eduardo Cardozo y Milciades Saldívar se le sumarán dos árbitros asistentes que cuidarán, cada uno y desde el margen izquierdo, los arcos y las líneas de fondo, como en los torneos continentales del fútbol europeo.
Son varios los detalles que convierten en histórico este enfrentamiento entre ecuatorianos y colombianos. Por un lado, será la primera vez que el tradicional estadio Atahualpa reciba una final de la Libertadores. En 2008, cuando Liga Deportiva Universitaria de Quito jugó con Fluminense como local la final de ese año, lo hizo en el estadio Casa Blanca de la capital ecuatoriana. Precisamente esa campaña de la Liga fue la única en la que un equipo ecuatoriano logró el título de la Libertadores.
Pero además, la final de esta edición será la primera que definirán dos equipos del norte de Sudamérica. Siempre hubo presencia de clubes uruguayos, argentinos, brasileños o paraguayos, y -exceptuando las ediciones 1989, 1990 y 1991- siempre hubo, al menos, un argentino, un brasileño o un uruguayo en la definición.
No es casualidad
La campaña de Independiente del Valle en la Libertadores ha sido formidable. Los ecuatorianos jugaron esta edición de la Libertadores desde la fase previa a la de grupos, instancia en la que superaron a Guaraní de Paraguay.
Tras clasificarse en el segundo lugar en el grupo 5, detrás de Atlético Mineiro de Brasil, el mérito del conjunto dirigido por el oriental Pablo Repetto, en el que juegan Christian Pichón Núñez, Mario Rizotto y Emiliano Tellechea, fue enorme: en octavos de final eliminó al campeón vigente del torneo, River Plate argentino; en cuartos dejó afuera, por penales, a Pumas de México; en semifinales venció como local y visitante a Boca Juniors de Argentina. Jugando como local en esta edición de la copa, Independiente ganó seis partidos y apenas empató uno. En la fase de grupos el equipo de Repetto fue local en su escenario natural, el estadio Rumiñahui de la ciudad de Sangolquí, suburbio quiteño del que es oriundo el club, pero a partir de los octavos de final pasó a jugar en el Atahualpa quiteño.
Los ecuatorianos tendrán enfrente al que quizá sea el mejor equipo de la copa. Atlético Nacional de Medellín casi no dejó puntos perdidos durante la fase de grupos -ganó cinco partidos y empató el último-, ha demostrado mucha regularidad más allá del parate por la Copa América Centenario, además de que resolvió sobre la hora una eliminatoria difícil en los cuartos de final ante Rosario Central de Argentina.
El equipo paisa llegará a la final tras eliminar en las semifinales a San Pablo de Brasil, al que derrotó como visitante primero y después como local.
Si bien en las finales no se computarán los goles de visitante para destrabar empates, Atlético Nacional tendrá la ventaja deportiva de jugar la semana que viene la segunda y definitiva final en su escenario, el estadio Atanasio Girardot, por haber sido el mejor de los dos en cuanto a puntos en la fase de grupos.