La gran sorpresa de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 hasta ahora la dio anoche el argentino Juan Martín del Potro, tras vencer en un gran partido por un doble 7-6 al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic. Fue un brillante partido del argentino, que dio una muestra de su talento como en sus mejores tiempos.

La previa hablaba de que podía ser uno de los mejores partidos de la primera ronda, y lo fue con creces. Nada, no se notó nada: ni la diferencia en el ranking -Djokovic es el 1 del mundo, mientras que el argentino está en el puesto 145- ni las diferencias de ritmo y juego, sobre todo teniendo en cuenta que Del Potro volvió a jugar al tenis recién en febrero de este año, luego de casi una temporada sin hacerlo por una larga sucesión de lesiones en sus muñecas.

El primer set se lo llevó el argentino en tie break, 7-6(4), imponiéndose con tiros ganadores y buen primer servicio. El argentino fue contundente para aprovechar las chances que tuvo, logró tomar distancia de entrada (5-2) y luego la sostuvo con su saque hasta quedarse con el set. El segundo set tuvo características similares al primero: se mataron a golpes sets a sets y lo definieron en tie. En dicha instancia, como durante todo el partido, fue enorme lo de Del Potro, que no le dio alternativas a Djokovic, a quien le llegó a sacar una diferencia de 5-0, y se impuso finalmente con un categórico 7-2. El final del duelo se selló con un afectuoso saludo entre ambos contendientes, coronando así una preciosa jornada de tenis olímpico.