El suizo Stanislas Wawrinka se quedó con el Abierto de Estados Unidos luego de derrotar anoche en la final al serbio Novak Djokovic en cuatro sets, 6-7, 6-4, 7-5 y 6-3.
Wawrinka, de 31 años y ubicado en el tercer puesto de la clasificación de la ATP, jugó un gran partido, y, a pesar de que cayó en el primer set, luego se apoderó de las acciones, imponiendo su dominio sobre el número uno del mundo, que llegó a este Abierto estadounidense arrastrando algunas lesiones.
Este tema sin dudas afectó el rendimiento del serbio sobre todo en el encuentro de ayer, en el que lo molestó una lastimadura en un dedo del pie derecho.
De todas maneras esto no resta mérito alguno al suizo, que demostró una vez más su jerarquía, más allá de que en estos años ha estado, en la mayoría de los torneos, a la sombra de su compatriota Roger Federer, del español Rafael Nadal, y claro está, de su rival de ayer.
El ganado ayer fue el tercer título de Grand Slam que obtiene Wawrinka, que en 2014 se había quedado con el Abierto de Australia luego de superar en la final al español Nadal y en 2015 ganó en Roland Garros, superando en el partido definitorio a Djokovic.
“Quiero agradecer a Novak, que es una gran persona y un gran campeón, y es por él que yo pude llegar a jugar a este nivel”, dijo Wawrinka en la ceremonia de premiación, sin duda uno de los momentos más emotivos de su carrera.
En la rama femenina, el título del Abierto neoyorquino se lo quedó la alemana Angelique Kerber, quien además a partir de hoy será la número uno en la clasificación mundial, quedándose con el puesto que ostentó durante tres años y medio la estadounidense Serena Williams.
La germana de 28 años -que fue medalla de plata en los recientes Juegos Olímpicos de Río de Janeiro- derrotó en la final jugada el sábado 6-3, 4-6 y 6-4 a la checa Karolina Pliskova (quien había eliminado a Williams en las semifinales), obteniendo así su segundo título de Grand Slam luego del que había ganado a principios de este año en Australia.