En un partido de tónica cambiante, a buen ritmo pero con poco fútbol, Rampla Juniors igualó sin goles con Fénix. El juego, disputado en el José Nasazzi -escenario en el que están siendo locales mientras los picapiedras ponen a punto su estadio Olímpico-, tuvo un estilo vertiginoso que generó rápidas arremetidas de ambos bandos que no llegaron a destino.

El primer tiempo fue lo mejor de la soleada tarde en el Prado. Parecía que el equipo ramplense del argentino Germán Corengia, que paró un 4-1-4-1, se llevaba por encima a su rival, pero no. La primera clara vino con una buena diagonal del más destacado jugador rojiverde, Cristian Olivera. El delantero, que esta vez estuvo más retrasado, le metió un terrible pase al argentino Mateo Bustos, que castigó bien abajo, aunque se encontró con una rápida salida del arquero juvenil de Fénix Santiago Mele.

De a poco, Fénix se metió en el partido bajo la batuta de Matías Mirabaje, que, cuando podía, castigaba con su potente zurda. En una combinación rápida, Miguel Vera se encontró con un centro rastrero en el área chica, que conectó, y que el arquero ramplense Rodrigo Odriozola mandó al tiro de esquina. Ese juego de contra del equipo de Rosario Martínez, y la verticalidad en ataque, le jugó una mala pasada a Mirabaje, que se lesionó y debió abandonar el campo y fue sustituido por Leonardo Fernández.

El complemento tuvo a Camilo Cándido dándole velocidad al lateral izquierda de los del Cerro, en lugar del sentido Maximiliano Montero. Eso dio más salida desde la banda a los picapiedras, que fueron los que dominaron el segundo tiempo, a base de buenas decisiones y velocidad, aunque nunca pudieron encontrar a su arma gol, el suizo-argentino Kevin Gissi. Hasta el final, parecía que todo estaba para el equipo del argentino Corengia, pero Fénix logró cerrar varios espacios y salir de contragolpe, lo que pudo jugarles en contra a los locales. A los albivioletas no les desesperó entrar en el juego del picapiedra y, por ello, terminaron de conformarse con que el empate no era un resultado tan malo.

Rampla quiso, pero no pudo.