Con un gol del delantero Ignacio Scocco a los 82 minutos de juego, River Plate derrotó 1-0 a Lanús en el partido de ida de esta llave semifinal de la Copa Libertadores de América disputado anoche en el estadio Monumental de Buenos Aires. Los millonarios que dirige el Muñeco Marcelo Gallardo fueron los dominadores de las acciones durante la mayor parte del encuentro, pero fue cerca del final que pudieron quebrar el cero, tras una buena jugada ofensiva en la que participó el volante juvenil uruguayo Nicolás de la Cruz, que entró a la cancha durante el transcurso del segundo tiempo, a los 65 minutos, y tuvo un muy buen desempeño. También anduvo muy bien en River Plate el ex lateral volante zurdo danubiano Marcelo Saracchi, que fue titular y fue reemplazado en los minutos de descuento, ya cuando todo era festejo en las repletas tribunas del Monumental, anoche sólo ocupadas por los hinchas locales. En Lanús fue titular Alejandro Silva. Si bien la ventaja es exigua, es importante para los riverplatenses, que ahora deberán afrontar el partido de revancha que se jugará el martes a las 21.15 en la cancha de Lanús. En esta edición de la Libertadores, los millonarios van por su cuarta consagración en la máxima competencia sudamericana a nivel de clubes, luego de haberse quedado con el torneo en 1986, 1996 y 2015.

El otro finalista de la Libertadores comenzará a decidirse hoy en el estadio Isidro Romero Carbo de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, donde el Barcelona local recibirá a las 20.45 a Grêmio de Porto Alegre. El conjunto amarillo que dirige el uruguayo Guillermo Almada es la gran revelación de la Libertadores y, luego de dejar por el camino en las instancias anteriores a Palmeiras y Santos de Brasil, quiere continuar con la buena racha ante los rivales de aquel país. Una de las grandes figuras del equipo ecuatoriano en la Libertadores es el delantero riverense Jonathan Álvez, quien hoy no podrá ser de la partida por estar suspendido. El encuentro de esta noche tendrá su revancha el miércoles a las 20.45 en el Arena Grêmio de la ciudad de Porto Alegre. Barcelona nunca pudo ser campeón de la Libertadores, aunque jugó la final en dos ocasiones. En 1990 cayó en la definición con Olimpia de Paraguay, mientras que en 1998 el que le arrebató la copa fue Vasco da Gama de Brasil. Los tricolores gaúchos, por su parte, están en busca de su tercera Libertadores, luego de obtenerla en las ediciones de 1983 y 1995.

Las finales de la Libertadores se jugarán el 22 y el 29 de noviembre. El ganador del torneo se clasificará al Mundial de Clubes que se disputará en diciembre en Emiratos Árabes Unidos.