Historia del Arte, Física, Expresión Musical, Arte y Comunicación Visual, Expresión Corporal y Teatro son las materias específicas del bachillerato Arte y Expresión, que cumple sus diez primeros años como una de las opciones en la educación secundaria. Para festejarlo, el viernes fue el encuentro Liceos Arriba, en el Teatro de Verano montevideano. Miles de estudiantes de secundaria se reunieron, entre las 9.00 y las 17.30, para exponer sus propuestas de danza, teatro, murga, coros, clown, danza folclórica, tango y hiphop; también actuó la orquesta Ensamble del Consejo de Educación Secundaria (CES), de la mano de estudiantes de este y otros bachilleratos.

Con la Reformulación 2006, el CES habilitó esta nueva opción de quinto año, que se diversifica al año siguiente en Arte y Expresión o Matemática y Diseño. La coordinadora del área, Mariella Chiossoni, explicó a la diaria que con los años “la opción está absolutamente consolidada” y que lo importante es “desterrar la idea de que el bachillerato artístico habilita solamente a una salida artística como para ser músico, actor o bailarín. Además de las escuelas de música, la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático y las escuelas de danza, el artístico es un bachillerato que tiene salida para Magisterio, Educación Física, Comunicación, Diseño, Psicología, Bellas Artes y para diversos profesorados, entre otras carreras”.

La coordinadora dijo que la característica principal de esta opción es que “pone el aprendizaje en un lugar distinto del tradicional, porque lo propone desde el trabajo con el cuerpo y desde la experimentación, no tanto desde la teoría. Habilita la posibilidad de crear y hacer desde un lugar más vivencial”. Augusto Vicente es egresado de la generación 2007 del liceo 1 de Rocha, y lo que le dio ganas de anotarse en ese bachillerato desconocido eran las vetas artísticas que desarrollaba en otras actividades, según contó el ahora licenciado en Comunicación. “Sin ese bachillerato no hubiera encontrado mi profesión”, ilustró.

Ese primer año se puede caracterizar como “nuevo y caótico”, según Vicente, que lo vivió junto con más de 30 compañeros en medio de la novelería, que incluía también a “docentes que nunca habían dado la asignatura y muchos estudiantes que elegían arte por descarte, lo que distorsionaba bastante la clase”. Sobre este punto, la coordinadora aseguró que “el descarte” ya no se da más, porque se consolidó el bachillerato y se entiende la cantidad de trabajo que lleva, “aunque sea un tipo de trabajo distinto del de las otras orientaciones”.

Agustín Martínez, egresado del bachillerato artístico en 2014 y ahora actor, comentó a la diaria sobre su pasaje por el liceo: “Me abrió la cancha. Fui con la idea de hacer teatro y pude aprender algo de diseño, comunicación visual, danza, comedia del arte, cosas de las que no tenía idea. Creo que lo que más se destaca es que le dan mucha cabida a la creación personal, y eso está de más”.

Candela Ronchi, de 17 años, que está cursando sexto año artístico en el liceo IAVA, sostuvo que “lo que está bueno es el paneo general, el contacto con todas las artes en un nivel de acercamiento en el que te llegás a involucrar”. Por su parte, Francisco Cornu, que cursa el mismo año pero en el liceo Miranda, considera que “el bachillerato es una reivindicación del arte, algo que en Uruguay no se ve como realmente profesional y que está muy desvalorizado”. “El bachillerato ayuda a realzar el trabajo y el aprendizaje que significa; además, es la posibilidad de aprender en un espacio abierto y que apunte a la autonomía del estudiante dentro de un sistema educativo muy conservador”, apuntó.

El ahora

Actualmente hay 73 liceos en Uruguay que tienen la opción de bachillerato artístico, que se ofrece en cada liceo departamental. Según informó Chiossoni, los únicos departamentos que tienen sólo un liceo en que se pueda elegir esta opción son Flores, Lavalleja, Paysandú, Salto y Treinta y Tres, mientras que los departamentos con más opciones de bachillerato son Montevideo (16), Canelones (15), Colonia (7), Rocha (6) y Maldonado (5).

Con el paso de los años, “se hicieron ajustes programáticos que permiten ir adecuando el trabajo de acuerdo a cómo vemos que se va dando y evaluando gracias a la experiencia”, comentó la coordinadora, que es docente de teatro desde que se estrenó el bachillerato. Para Chiossoni, uno de los puntos a seguir mejorando “es el tema edilicio: si bien se ha ido visualizando lo importante que es contar con espacios apropiados, aún hay liceos que no fueron construidos pensando en una clase de danza o de música y no se han adaptado, pero son cada vez menos”.

En este punto coincidieron Ronchi y Cornu. En el IAVA, “que debe de ser uno de los mejores, no tenemos equipos para trabajar en audiovisual, hay que buscarlos por fuera y es algo que debería darte el liceo”, comentó la joven. En el Miranda, “se han robado los instrumentos musicales varias veces y no hay un espacio único que pueda usar el bachillerato; de hecho, se trabaja en el salón de actos que desde octubre está acondicionado para que los docentes hagan la elección de horas”, sentenció el estudiante. Con respecto a este último punto, la coordinadora del área comentó la iniciativa de los profesores de ese liceo para cambiar la situación próximamente.

En cuanto a la formación docente, en el Instituto de Profesores Artigas sólo hay una carrera de Danza, una materia específica de la orientación, y luego están las materias que se dictan en otras orientaciones, como Educación Musical, Comunicación Visual, Historia y Física; los demás cursos son dictados por profesionales del área, pero sin carrera docente pública; sin embargo, para los estudiantes esto no es un conflicto: “Puede ser que, en comparación con otros bachilleratos, este no tenga gente formada en docencia, pero en mi experiencia los profes están bien formados por su misma carrera”, comentó el actor. Por otra parte, Ronchi destacó que “depende mucho del profesor: si tenés a alguien que sólo sepa de lo que está haciendo pero que no quiera dar clase en artístico, podés pasar un mal momento”.