Las calles de varios barrios de Montevideo se llenaron ayer de niños que, ataviados con los característicos disfraces de Halloween, recorrían casas y comercios en busca de golosinas. “Me parece tristísimo que se nos colonice culturalmente de esta manera, con costumbres foráneas que nos quiere imponer el imperio, y que si nos descuidamos, van a terminar desplazando nuestras celebraciones autóctonas, como la Pascua, la Navidad, y el Fin de Año que marcan el calendario gregoriano”, aseguraba un vecino del barrio Palermo. Año a año es frecuente escuchar este tipo de críticas hacia esta festividad característica de Estados Unidos que últimamente se ha instalado también en Uruguay, pero en esta ocasión aparecieron también algunas voces que la defienden. Un investigador de la Facultad de Ciencias Sociales aseguró: “A pesar de que su iconografía remite al norte industrializado, la adaptación local de la noche de Halloween ha logrado incorporar algunos de los elementos claves de la idiosincrasia uruguaya, por ejemplo, una notable capacidad integradora. El uruguayo promedio siente un miedo cada vez mayor cuando se cruza con un niño que eventualmente podría provenir de una zona marginal, ya que ve en ese ser humano de 90 centímetros de altura y 20 kilos de peso una amenaza para su patrimonio y su seguridad personal. Pero en Halloween es diferente. Es la única noche en que los niños ricos asustan a la sociedad tanto como los pobres”. El académico se lamentó, de todas maneras, por el hecho de que en Uruguay “no esté del todo integrado el tema de dulce o travesura, es decir, que los niños hagan alguna diablura si no reciben los dulces. Esto último generalmente no pasa. Pero si un niño de un colegio privado de Pocitos rompiese a pedradas los vidrios de una casa, su propietario podría sentir por él el mismo odio y las mismas ganas de lincharlo que siente hacia un niño de la misma edad que lo haya robado, o lo haya intentado, o se parezca a alguien que intentó robarlo o intentó robar a algún conocido. Esto también sería un gran paso para el Uruguay integrado”.