Una jornada para el olvido fue sin dudas la de ayer para todo Defensor Sporting. Al equipo violeta le bastaba con empatar con Fénix para asegurarse el primer lugar de la Tabla Anual y así tener ventaja en la definición del Campeonato Uruguayo, pero, a pesar de haber sido superior y haber tenido innumerables chances de gol, terminó perdiendo.

Fénix, que no se jugaba nada trascendente en ninguna tabla –ni de descenso ni de clasificación a las copas–, tuvo ayer en el Franzini la gran virtud de ser contundente en el ataque –no llegó muchas veces al arco rival, pero marcó dos goles– y tuvo además en el arco a un ángel salvador, Darío Denis, que con sus notables intervenciones privó a la nutrida tribuna local de celebrar siquiera un gol. Defensor, sin lujos ni juego vistoso, ha logrado imponer su estilo, y ayer no fue la excepción: no se lució, pero la realidad es que atacó por todos lados a Fénix. No le pudo convertir y ahora tendrá que jugar una final de la Anual con Peñarol, este miércoles de noche en el estadio Centenario. Más allá de la fea sensación con la que culminaron el día de ayer, los dirigidos por Eduardo Acevedo saben que la revancha está a la vuelta de la esquina.

Cuando por el desarrollo del partido nadie pensaba que Fénix podía llegar a hacer un gol, lo hizo. Martín Rabuñal cometió una falta unos metros por delante de la mitad de la cancha, que derivó en un tiro libre que pateó Leonardo Fernández; la pelota cayó en el área violeta y, ante el quedo defensivo de los locales, Mathías Acuña metió un cabezazo al ángulo superior izquierdo de Guillermo Reyes, que voló y no llegó. Lo que querían los tuertos, que la tarde fuera más tranquila, se complicaba, y mucho, porque al gol de los capurrenses había que sumarle que en el Campeón del Siglo Peñarol ya le ganaba a Racing desde temprano. Y Nacional, en su visita a Belvedere, también derrotaba a Sud América, lo que generaba una final clásica por la Anual y dejaba a Defensor fuera de la conversación. Con la derrota parcial, el equipo de Acevedo empezó a echar el resto y Facundo Castro, una de las figuras del equipo en estas últimas fechas, empezó a trepar por la derecha y generó una jugada de mucho peligro que el capitán Andrés Lamas no pudo definir, a pesar de que llegó como un centrodelantero. Defensor no se luce, pero la campaña que ha hecho la tiene merecida. Ayer tuvo a su favor muchos tiros de esquina y de a poco metió a su rival en el área, aunque no pudo empatarlo en la primera etapa. Fénix daba la sorpresa.

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Defensor tuvo muchísimas chances de llegar al gol, pero se encontró con la inmensidad de Denis en el arco. Él fue el culpable de que su valla haya terminado en cero. El responsable del segundo gol de Fénix fue Breno de Souza –después se fue expulsado–, que aprovechó un error defensivo de la viola y metió un zapatazo desde afuera del área que se le coló en el ángulo a Guillermo Reyes. Golazo de Fénix celebrado con bailecito de samba por el brasileño. Todo lo que vino después fue Defensor yendo, yendo y yendo, y Denis volando de palo a palo, saliendo con los puños y convirtiéndose en figura de la cancha. El final no fue feliz para los tuertos, pero la historia no ha terminado, porque este miércoles Defensor tendrá revancha en la final de la Anual.