El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que su gobierno pretende retomar las misiones tripuladas a la Luna y construir allí una base espacial. Si bien muchos especulan que se trata de un nuevo ejemplo de la estrategia del mandatario de revertir todas las decisiones del ex presidente Barack Obama, quien había congelado todos los planes por retomar la exploración lunar, fuentes de la Casa Blanca descartaron esta hipótesis.

“Trump está interesado en que Estados Unidos se transforme en el primer país del mundo en poner un hombre en la Luna, algo que en realidad ya ocurrió hace casi medio siglo, pero él no está convencido. De hecho, siempre defendió la teoría de que era un invento de los medios. Lo convencieron de que no diga nada porque sería contraproducente desde el punto de vista de la imagen pública, pero para él, la carrera por la exploración de la Luna recién empieza”, aseguró un funcionario de la administración Trump al periódico The New York Times.

De todas maneras, el objetivo del mandatario estadounidense no se limita a instalar una base espacial en la Luna, sino que pretende continuar con la exploración de “otros mundos”, cuyo primer paso sería la llegada del hombre a Marte. En una entrevista televisiva divulgada hace dos semanas, el mandatario estadounidense había asegurado que su país debía “defender sus intereses” en suelo marciano, y no permitir que “astronautas de otros países, o incluso marcianos, invadan nuestro territorio”. Y si bien reconoció que las características de una posible colonia humana en Marte no se conocen con certeza, y lo único que hay son hipótesis, no dudó en afirmar que “la presencia de personas nacidas en otros países, otros planetas u otras galaxias puede ser muy perjudicial para los americanos emplazados en suelo marciano”.

Tuits y más tuits

La otra incursión que Donald Trump hizo ayer en la arena pública recibió varias críticas. Se trató de un tuit en el que desmentía una información publicada en algunos medios, según la cual él veía entre cuatro y seis horas de televisión por día. El motivo de la crítica es que no hizo ninguna referencia en todo el día al fallido ataque terrorista en Nueva York. Un funcionario de la CIA declaró: “No sé de qué se queja la gente. Es mejor que no haya tuiteado nada. Las respuestas de Trump a las agresiones suelen ser una provocación que nos expone a más agresiones. Cuanto menos hable o escriba, mejor”.