La tarde dominguera del Prado presentaba, a priori, un lindísimo partido entre darseneros y tuertos, en el Parque Federico Omar Saroldi. Los dos clubes llegaban con realidades bien diferentes a esta séptima fecha. Defensor Sporting, que hasta la semana pasada era uno de los líderes, había tropezado como local con Plaza Colonia y visitaba a River en busca de la recuperación para no perder pisada y seguir como único escolta de Cerro, el líder en solitario del campeonato. River, en cambio, estaba en un momento delicado por su situación en la tabla del descenso y porque llegaba a este difícil encuentro sin triunfos en lo que va de la temporada: tres derrotas y dos empates, aun con el partido pendiente con Nacional, que jugará el miércoles 29 de marzo. Además, en la semana se había producido la salida de su entrenador, que duró sólo cinco encuentros, Julio Avelino Comesaña; para ocupar su lugar volvió el Caballo Pablo Tiscornia, que hacía bien poco había sido entrenador del primer equipo riverplatense. En la primera etapa hubo dos jugadas que podrían haber marcado el partido. Una para cada lado. Primero Maximiliano Gómez, el gran delantero que tienen los violetas, remató a boca de jarro y como respuesta tuvo un atajadón de Nicola Pérez. La jugada previa había sido exquisita, entre Matías Zunino y Gonzalo Bueno, que buscaron al goleador, pero el corpulento 9 se encontró con la tremenda reacción de Pérez y la pelota se fue al córner. Poquito después, en la recarga, te diría, Pepito Claudio Herrera -el hijo de José- se mandó una gran jugada personal, enganchó dos veces, entró en el área contraria y, como un actor del BAFICI, se tiró al pasto cuando los defensas de Defensor barrieron para marcarlo. Penal, pitó el árbitro, y podría haber sido la apertura del score para River, pero no. El capitán, Richard Porta, tomó el balón, lo pateó y el remate se reventó contra el travesaño del arco de Guillermo Reyes.

Justicia penal

El segundo tiempo tuvo de todo. Por momentos fue muy intenso, pero cuando parecía que los de Eduardo Acevedo iban a replegarse un poco más apareció el gol. A los 15 minutos, aún con 30 por jugar, el Zorrito Mathías Suárez recibió su segunda amonestación y se fue expulsado. Así las cosas, Defensor se quedaba con diez y River mandaba a la cancha al habilidoso Agustín Gutiérrez para aprovechar la ventaja de futbolistas dentro del terreno. La primera etapa había tenido como protagonista a Herrera en el área contraria cuando le cometieron un penal; para el segundo tiempo fue a la inversa, a él le tocó cometer una falta. Y fue dentro del área, y fue penal. Lo tomó Maxi Gómez, el goleador, y lo pateó bárbaro: a un lado voló Pérez, y al otro la pelota, potente, que se metió en el ángulo superior izquierdo del golero darsenero. Era el 1-0 y quedaban poco más de 15 minutos, la viola tenía que mantener la ventaja y volver a ser escolta de Cerro para seguir soñando con el campeonato. A pesar de los intentos finales de River por empatar y del remate final de Gutiérrez, que contuvo bien Reyes, la victoria terminó viajando hacia el Parque Rodó, que esperará la semana que viene la visita de Peñarol al Franzini. River tendrá que empezar a sumar para no correr peligro con el descenso, y en la próxima visitará a Sud América.