En el Complejo Uruguay Celeste corre un aire distinto desde hace poco más de un mes. Ese aire, más ingenuo, sensible y genuino, tiene una particularidad: es igual -idéntico- a otros aires que han pasado por el kilómetro 27.800 de la ruta 101. La cercanía con el aeropuerto de Carrasco y los aviones que sobrevuelan el cielo les permiten soñar, preguntarse, dudar de si alguna vez el futuro estará en otro lado o ahí en el campito. O no. Las niñas-adolescentes llegan con su familia o solas al estadio Charrúa, lugar de encuentro de la selección uruguaya femenina sub 17. Sí, la selección de Uruguay, la misma camiseta, la misma gloria, los mismos sueños por soñar. Ahí, en uno de los vestuarios del estadio, se cambian, conversan, se encuentran con los médicos de la selección y, cuando están prontas, se suben al ómnibus que las llevará al complejo donde también entrenan Muslera, Godín, Suárez y Cavani. Muchas de las chiquilinas que integran esta preselección representarán a Uruguay en el Mundial que se organizará en nuestro país el año que viene. Mucho se ha logrado de unos años a esta parte, y queda mucho por hacer.

“El respeto al fútbol femenino se está logrando porque hay un gran compromiso de todas las partes en la Asociación Uruguaya de Fútbol: desde la utilización del complejo, la difusión en los medios oficiales, los administrativos, todos empiezan a tomar con seriedad la organización de los campeonatos. El cambio social es, de aquí al futuro, brindarle la misma oportunidad que tiene un varón a una niña, a una adolescente o a una mujer; eso se notará en las próximas generaciones”, le dijo a la diaria Valentina Prego, presidenta del fútbol femenino. “Es una deuda que tenía la asociación con las mujeres deportistas, que deberíamos empezar a entender como algo natural: la emoción que tiene un varón cuando lo citan a la selección es la misma que la de una mujer”, sostuvo con respecto a la llegada de las gurisas y a la utilización de la cancha sintética del complejo. El recorrido que comenzó en marzo será largo y tendrá su final cuando se avecine el Mundial, en noviembre del año que viene. Habrá muchas instancias de trabajo, de lunes a miércoles de tarde, con la cercanía de las chiquilinas del interior, según destacó Prego: “El trabajo de acá hasta el Mundial será permanente y la idea es que haya varias instancias de concentración con jugadoras del interior, tanto en Montevideo como en el interior. El proceso integra a las jugadoras de la AUF y de OFI [Organización del Fútbol del Interior] en distintas instancias; eso está contemplado”.

La del 30

Uruguay será el primer país sudamericano en organizar la Copa del Mundo femenina sub 17, que se llevará a cabo en 2018, entre el 20 de noviembre y el 17 de diciembre en Montevideo, Maldonado y Colonia. Será la sexta edición de este certamen que tuvo a las celestes como participantes en Azerbaiyán, en 2012, con Graciela Rebollo como entrenadora y Jorge Burgell como coordinador de las selecciones femeninas. No sólo será la primera vez que se lleve a cabo en América del Sur una competición de este estilo en esta categoría, sino que para Uruguay significará volver a organizar un Mundial, hecho que no ocurre desde 1930. “Es un desafío para la AUF en cuanto a la organización de eventos de gran altura, con mucha demanda de clínicos y profesionales que puedan mostrar lo mejor de lo que se puede hacer en Uruguay en esta área. El trabajo requiere mucha coordinación interna y con la FIFA de forma directa; lo estamos tomando como un proyecto país”, dijo Prego, que agregó: “La asociación nombró a un presidente del Comité Organizador Local [COL] -Rafael Fernández-. Ahora se está definiendo un equipo con todas las áreas que implica el trabajo con FIFA”. Precisamente, Rafael Fernández, presidente del COL, contó cómo se dieron los primeros pasos de la organización de este Mundial: “Recibimos a una comitiva de la FIFA, en la que estaban todos los integrantes de cada rubro: estadios, competición, canchas de juego y entrenamiento, seguridad, etcétera. Vino un integrante por área y visitamos en Montevideo el estadio Charrúa y canchas de posible entrenamiento: el Parque Viera, el Saroldi, el estadio Luis Franzini y algunos colegios. Además, fuimos al estadio Campeón del Siglo y quedaron maravillados, pero es muy grande para una competición en la que irán 7.000 u 8.000 personas por partido. La recorrida también pasó por el Parque Central y luego fuimos a Maldonado, en donde pasamos por el estadio Julio César Abbadie de Pan de Azúcar y por el campus -Domingo Burgueño Miguel-, del que hicieron una inspección exhaustiva. Lo mismo pasó en Colonia con el estadio profesor Alberto Suppici y con el parque Juan Prandi. Después de todo eso, recibimos un libraco con el informe de cada lugar, con todas las observaciones, por ejemplo: en el Charrúa hay que techar el palco oficial, acondicionar un lugar para los periodistas, entre otras cosas”.

Fernández aportó detalles de lo que falta por hacer: “Lo que se viene es la confección del presupuesto estimativo de lo que se va a hacer, el estudio por parte de la FIFA y luego el proyecto para el desarrollo de las obras. En materia de seguridad, hotelería, campos de entrenamiento, tiene las mismas exigencias que un Mundial de mayores. El lanzamiento del campeonato va a ser en octubre de 2017, el sorteo del calendario con las selecciones que estén clasificadas será en marzo de 2018”.

A la cancha

El camino hacia Uruguay 2018 empezó con la designación de Ariel Longo como coordinador de selecciones. El entrenador tendrá la tarea de armar un cuerpo técnico que lo acompañe a transitar esta preparación. “Él está haciendo un régimen de pasantías para observar el trabajo de profesoras de educación física que están vinculadas al fútbol femenino y no han tenido la oportunidad de ser parte de una selección, con la prioridad de que se integren mujeres en el cuerpo técnico. La sanidad es la de la AUF, pero el cuerpo técnico se definirá en los próximos meses”, dijo Prego. Longo, el director técnico, comentó que su cargo es de “mucha responsabilidad” y que este camino es una “justa premiación para el fútbol de mujeres, que ha tenido un esfuerzo durante 20 años para que esto se lleve a cabo”. “Se pudo empezar con bastante tiempo de anticipación, en el lugar natural en el que tiene que trabajar una selección, que es el Complejo Celeste, y no es poca cosa. La ropa, los materiales, los traslados, son pasos muy importantes. Todo esto coincide con una camada en la que todos tenemos depositada esperanza, porque tiene una particularidad muy buena: son generaciones que han comenzado a jugar al fútbol a los cuatro o cinco años, y eso les da un sentimiento no distinto pero sí puro. Es decir, nacieron y al poco tiempo tuvieron una pelota al lado. Crecieron como niñas con una pelota, se desarrollan como muchachas con una pelota. Eso les da un sentimiento no de propiedad pero sí de relación directa, entonces tienen el amor que tienen todas las que han jugado, pero veo que hacen muchísimo esfuerzo para poder estar. Y sabemos todo lo que implica esto: el estudio, la familia, la lejanía”. El miércoles la selección jugó el primer amistoso en esta preparación. El rival fue Línea D y, si bien el partido puede resultar una anécdota, hay que marcarlo a fuego en los registros. Este primer rato de fútbol fue favorable a Uruguay, que se prepara para el Mundial pero también para el Sudamericano del año que viene, que se disputará en Argentina y clasificará a dos selecciones -además de Uruguay- a la Copa del Mundo que se organizará en nuestro país. “Hay dos aspiraciones. Primero, aumentar el desarrollo del fútbol femenino como expresión deportiva y como expresión de género; y segundo, posicionar a Uruguay como país capaz de desarrollar actividades deportivas de importancia”, destacó Rafa Fernández. Si bien recién en agosto quedará confirmado el cuerpo técnico de Ariel Longo, varias personas participan a su alrededor. En lo que respecta a los médicos, junto a la doctora Pía Artagaveytia trabaja la fisioterapeuta Camila Rienzi, que explicó algunos detalles de esta nueva experiencia: “En los tres días que entrenan se trata de ir llevando una constancia de lo que les está pasando, pero después escapa de nuestras manos lo que pase con ellas con respecto a las lesiones, ahí empieza a correr el trabajo del club”. “La idea es profesionalizar el trabajo, mandarles a los clubes los informes y comunicarnos con la sanidad de cada equipo. A veces te das cuenta de que son muy chicas y no tienen mucha confianza en su cuerpo, les cuesta cuidarse porque lo que quieren es jugar, jugar y jugar”.

La preparación de este grupo de jugadoras de fútbol seguirá de lunes a miércoles en el Complejo, este año y el que viene. Y así seguirá porque, en palabras de Prego, “el crecimiento es permanente”: “El respeto por las jugadoras, buscar satisfacer las necesidades de las deportistas y que tengan el entorno necesario para desarrollar la actividad que quieren hacer, que es jugar al fútbol, es lo que me guía desde que empecé hasta ahora que estoy organizando un Mundial. Sea para un grupo de amigas o para una selección, lo que me orienta es lo mismo: tratar de que la experiencia deportiva sea un éxito para quien elige estar en ese lugar”.

Proyecto país

El proceso de esta selección comenzó el 13 de marzo y por primera vez en la semana de Turismo fueron convocadas futbolistas del interior del país: Artigas, Melo, Rocha, Flores, Florida, Nueva Helvecia, Nueva Palmira, Dolores, San Jacinto y Shangrilá. En estas siete semanas de trabajo pasaron por el complejo las goleras Brisa da Silva (Juventud), Agustina Caraballo (Peñarol) y Martina Bentancur (Santa Bárbara, Flores); las defensas Sofía Delgado (Peñarol), Antonella Ferradans (Nacional), Romina Rodríguez (Nacional), Micaela Domínguez (Liverpool), Daniela Olivera (Liverpool), Florencia Méndez (Nacional, Nueva Helvecia), Lucía Piñeiro (Nacional, Florida), Sofía Ramondegui (Palmirense, Nueva Palmira), Adriana Salvagno (Palmirense, Nueva Palmira), Melani Tejeira (San Eugenio, Artigas) y Nadia Vieitez (San Eugenio, Artigas); las mediocampistas Sasha Larrea (Peñarol), Valentina Morales (Peñarol), Aldana Sejas (Peñarol), Romina Rocca (City Park), Cecilia Gómez (Colón), Tatiana Lima (Colón), Cintia Rodríguez (Colón), Karol Bermúdez (Liverpool), Victoria Martínez (Liverpool), Juliana Viera (Liverpool), Anaclara Báez (Nacional, Nueva Helvecia), Luzmila Jaureguiberry (Nacional, Nueva Helvecia), Ayelén Pérez (Rocha), Yoice Souto (San Eugenio, Artigas) y Deyna Morales (San Jacinto); y las delanteras Wendy Carballo (Arachanas, Melo), Camila López (Peñarol), Belén Aquino (Colón), María Fernanda Díaz (Colón), Ángela Gómez (Liverpool), Iara Romero (Liverpool), Esperanza Pizarro (Palmirense, Nueva Palmira) y Luzmila Giménez (Peñarol, Dolores).