En un partido electrizante y tremendamente emotivo, Aguada derrotó 92-91 a Hebraica y Macabi anoche en el Palacio Peñarol, en el sexto partido final de la Liga Uruguaya de Básquetbol. La enorme victoria puso la serie 3-3 y el campeón se decidirá en el séptimo y último partido, que se jugará el viernes.

En un encuentro en el que no tenía margen para fallar, Aguada tuvo muchísima actitud para llevarse el triunfo. El estadounidense Jeremis Smith, que terminó la noche con 23 puntos y 13 rebotes, fue el principal baluarte aguatero, aunque también aportó mucho Demian Álvarez, que sumó 20 puntos, varios de ellos en momentos clave, y tuvo además una buena noche del otro yanqui, Dwayne Curtis, que puso 19 unidades. Pese a que fue superado en el primer cuarto 26-21, a partir del segundo Aguada apretó las marcas y tomó el control del partido. Sostenido por una tarea pareja del equipo, Aguada le cerró el aro a su rival y, con buenos porcentajes desde el perímetro, fue solidificando el dominio de las acciones. A partir del segundo cuarto Aguada estuvo siempre arriba en el marcador y tuvo en el Panchi Gustavo Barrera a otra figura importante, quien superó con su enorme clase la molestia muscular que lo ha acompañado desde el segundo partido final de esta serie. Pero los aguateros terminaron extrañando al Panchi, que no estuvo en el cierre del partido porque salió por quinta falta. Fue en ese momento que empezó a gravitar cada vez más del otro lado Leandro García Morales. El brillante jugador macabeo no había hecho un buen partido, estuvo entreverado e impreciso, pero en los minutos finales apareció con toda su clase, anotando libres claves –incluyendo, claro está, los dos que metió sobre el final, cuando ya no quedaba nada, para empatar el partido en 82 y conducir la definición de duelo hacia el alargue–. Mucha responsabilidad en la remontada de Macabi la tuvo Luciano Parodi, que sostuvo al equipo cuando nadie aparecía. Parodi fue el mejor jugador de su equipo, anotó 20 puntos y aportó 12 asistencias. En la prórroga, una vez más aparecieron Smith y Demian Álvarez con dobles clave, al igual que Curtis. A pesar de que la última pelota fue de Hebraica, el equipo no cerró nada bien la jugada, y el rugido sobre la chicharra fue de la parcialidad aguatera, que una vez más hizo retumbar al Palacio Peñarol.