Mañana a las 19.30 Nacional enfrentará a Lanús, de Argentina, en el Parque Central en el que será el último partido de ambos en el grupo 7 de la Copa Libertadores de América. Los tricolores saben que si ganan o empatan accederán a los octavos de final del torneo, aunque las posiciones del grupo recién se conocerán con certeza esta tarde, luego de que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) se expida sobre el reclamo de puntos presentado por Lanús. La semana pasada los granates perdieron en Buenos Aires 2-1 con Chapecoense, de Brasil, pero los norteños alinearon al jugador Luiz Otávio, quien aparentemente estaba inhabilitado porque debía cumplir una suspensión, lo que motivó el reclamo de los argentinos.

Si la Conmebol, como se presume, da ganador a Lanús, los rivales tricolores de mañana quedarán primeros con 10 puntos, Nacional ocuparía el segundo lugar con 8, tercero con 5 estaría Zulia, de Venezuela, y último -y ya eliminado- quedaría Chapecoense. Si, en cambio, se ratifica la victoria de Chapecoense, los tricolores comenzarían el partido de mañana siendo primeros con 8 puntos, mientras que Lanús y Chapecoense compartirían el segundo puesto con 7 y Zulia estaría último con 5. En este último caso, los argentinos necesariamente deberán ganar mañana para asegurarse la clasificación, ya que, de lo contrario, una eventual y probable victoria de Chapecoense sobre Zulia -jugarán mañana a la misma hora en Brasil- los dejaría fuera de competencia.

Esta contingencia administrativa seguramente influirá en el encare que antes del partido hagan los entrenadores. Más allá de eso, Nacional está trabajando en la planificación del partido, y la principal duda en la formación pasa por saber si estará en condiciones de jugar el capitán Diego Polenta. El jugador sufrió una dolencia muscular que, si bien no es un desgarro, no le ha permitido entrenar con normalidad en los últimos días. En caso de que no pueda jugar, su reemplazante en la zaga será el maragato Guzmán Corujo. En la zona de volantes, el director técnico Martín Lasarte no podrá contar con Diego Arismendi, que cumple una suspensión por haber sido expulsado en el empate a cero con Zulia de la semana pasada en Venezuela, por lo que se presume que en la mitad de la cancha volverán a jugar Santiago Romero y Sebastián Rodríguez.

En la lista de convocados para el partido de mañana estará el Tata Álvaro González, ya repuesto del desgarro que sufrió hace un par de semanas en el partido con Defensor Sporting.

Los tricolores entrenarán hoy en Los Céspedes. Luego del movimiento quedará claro el equipo que saldrá a la cancha mañana.

Cierre sin público

Mientras se prepara para el Torneo Intermedio, Peñarol deberá afrontar esta semana su último partido en esta edición de la Copa Libertadores, de la que quedó eliminado prematuramente. Los aurinegros jugarán el miércoles a las 21.45 con los bolivianos de Jorge Wilstermann en el estadio Campeón del Siglo, a puertas cerradas. Esto se debe a la sanción, que les fue comunicada a los mirasoles el viernes por la Conmebol, a raíz de los incidentes en el encuentro con Palmeiras. La Comisión de Disciplina de la Conmebol decidió que Peñarol juegue un partido a puertas cerradas y que además pague una multa de 150.000 dólares, una pena considerada leve teniendo en cuenta el abanico de posibles sanciones a las que los carboneros estaban expuestos tras los hechos ocurridos el 26 de abril en su estadio.

En cuanto a lo deportivo, el director técnico Leonardo Ramos no podrá contar el miércoles con Lucas Hernández, Nahitan Nández y Matías Mier, todos ellos sancionados por la Conmebol por los incidentes en el partido con Palmeiras. De todas maneras, las baterías de los aurinegros están puestas de lleno en su estreno en el Intermedio, que será el sábado a las 19.00 con Fénix en el Campeón del Siglo.