Esta mañana viajará hacia Asunción el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, junto a uno de los delegados del club, Jorge Barrera, para presentar personalmente ante la Unidad Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) los descargos de la institución aurinegra por los incidentes ocurridos en el partido ante Palmeiras por el grupo 5 de la Copa Libertadores disputado el pasado 26 de abril en el estadio Campeón del Siglo.

El mandatario aurinegro junto a Barrera tienen un encuentro programado con el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, que ya se reunió esta semana con el presidente de Palmeiras, Mauricio Galliote, quien también se presentó personalmente en la sede de la Conmebol para defender la posición de su club.

El viernes de la semana pasada la Unidad Disciplinaria de la Conmebol comunicó la apertura de un expediente disciplinario contra los dos clubes, pero además dictó una sanción preventiva de tres partidos contra los jugadores uruguayos Matías Mier, Nahitan Nández y Lucas Hernández y contra el brasileño Felipe Melo.

Mientras aguarda para estudiar los documentos defensivos presentados por los clubes, la Unidad Disciplinaria continúa analizando el tema y si bien no tiene un plazo para emitir el fallo, se estima que este se conocerá en dos semanas, antes de la disputa de la última fecha del grupo 5, fijada para el miércoles 24 de mayo. Ese día Peñarol -que ya es cuarto del grupo y por lo tanto quedó afuera de la Libertadores y también de la Copa Sudamericana- será local ante los bolivianos de Jorge Wilstermann, en tanto que en San Pablo Palmeiras será local ante Atlético Tucumán.

Si bien por ahora lo único concreto que salió desde la Conmebol fueron las sanciones preventivas, se maneja, tomando en cuenta algunos antecedentes, lo que sería el contenido final del fallo. Está claro que tanto Peñarol como Palmeiras recibirán multas económicas que rondarán los 300.000 dólares. Además ambos deberán jugar encuentros a puertas cerradas. En el caso de los verdes brasileños serían sancionados con un partido sin público en el Allianz Parque de San Pablo, en tanto que los aurinegros deberían jugar fuera del estadio Campeón del Siglo y sin público por cuatro partidos.

En cuanto a los jugadores, las sanciones para los uruguayos se extenderían a seis partidos y la penalización más dura sería para el brasileño Felipe Melo, a quien le corresponderían entre ocho y diez partidos de sanción.