El semanario Búsqueda publicó ayer que Raúl Sendic habló con Tabaré Vázquez sobre el notable deterioro de su imagen pública y le aseguró que estaba dispuesto a renunciar a la vicepresidencia de la República.

Un diputado del Frente Amplio (FA) cercano a Vázquez reconoció que el mandatario estuvo “tentado” a aceptar la renuncia, especialmente luego de que el vicepresidente se ofreciera a hacer un pedido de sushi a domicilio y facturarlo como viático en el Poder Legislativo, pero finalmente optó por “sentarse y explicarle cómo funciona el tema de los escándalos en la política”. Según explicó el legislador, Vázquez no tiene “ningún tipo de preocupación por la toxicidad de la imagen de Sendic, porque en definitiva él no va a volver a ser candidato”. “Si yo fuera Daniel Martínez estaría sumido en un pozo depresivo, pero si fuera Vázquez me estaría cagando de la risa”, sostuvo.

La publicación de la noticia en Búsqueda despertó varias teorías en la interna frentista. Ayer de mañana, algunos dirigentes especularon con la posibilidad de que en realidad se hubiera tratado de una “jugada maestra” de Sendic. “El tipo no pega una últimamente. Bah, desde hace varios años solamente se manda cagadas. Yo creo que si hubiera rogado que no lo echara, de alguna manera iba a terminar sin trabajo”, dijo. Entrevistado sobre el final de la tarde, el vicepresidente negó que el ofrecimiento de su renuncia haya sido una maniobra, aunque reconoció: “Me sale todo tan mal, que seguramente me quede en el cargo. Últimamente me está costando mucho tomar decisiones, porque como sé que todo lo que planeo termina mal, siempre me veo tentado de hacer lo opuesto”.

Un integrante de la Mesa Política del FA reconoció que desde hace varios años en la interna se habla de Sendic como “el Inspector Clouseau de la política”. “Ojo que no es una crítica, al contrario: nosotros estamos jugados a que, tal como ocurre con Clouseau, a pesar de todos los desastres, finalmente, y sin que él se lo proponga, las cosas se arreglen”, aclaró.