“Es todo lo que está bien” y “Es el Casemiro del Madrid” fueron algunas de las frases que algunos hinchas danubianos dijeron ayer sobre Ribair Rodríguez. Es que precisaban un jugador con esas características. Uno que quisiera parar de pecho tantas pelotas como responsabilidades. Fue uno de los últimos en firmar el contrato en este período de pases, y el director técnico Gastón Machado lo colocó como titular en el primer partido, con Wanderers en el Parque Viera. Para contarte cómo fue el encuentro se lo voy a tener que sacar del bolsillo al menos por un rato al volante franjeado.

Si bien el bohemio empezó mejor, abriendo bien la cancha con los rápidos punteros Manuel Castro y Rodrigo Rivero, no pudo concretar en las primeras llegadas, y Danubio no perdonó. Otro de los que recién llegaron, Pablo Silva, puso el primer gol al empujar la pelota hacia la red en el área chica, tras un centro atrás que llegó desde la derecha. De ahí en más, fueron pocas las veces que el local pudo generar peligro, porque Danubio se plantó firme. Mordió cada pelota y, cuando la tuvo, su primera opción fue siempre salir rápido de contragolpe. Si la jugada no se lo permitía, arrancaba el toque para cuidarla.

En el arranque del segundo tiempo, el arquero danubiano Federico Cristóforo tapó un mano a mano clave con Manuel Castro. Pero el delantero enseguida tuvo su revancha en una jugada parecida al primer gol danubiano y esta vez logró meterla. En el Apertura, tras un trámite similar, Danubio iba a perder feo. Pero se nota que el equipo cambió desde el estado de ánimo hacia abajo en todos los rubros. Siguió atacando y generando peligro con la sociedad Marcelo Saracchi-Abdiel Arroyo. Sus arremetidas constantes fueron insoportables para una defensa con bastante más experiencia que velocidad. Fue así que en el minuto 58 el panameño enganchó en el borde del área y la acomodó con la derecha en el ángulo izquierdo. Sin duda, el de Abdiel fue el mejor gol de la tarde. Ahí sí se apagó el bohemio, y la figura de Ribair creció más que nunca. Fue impasable en la mitad de la cancha, distribuyó juego como si fuera un diez. “Lo viste, Ribair, tirásela”, dijo un hincha que, al instante y luego de que el jugador le hiciera caso, agregó: “Sí, sí, socio. ¡Sos vos!”. Danubio se floreaba, pero aún no lo liquidaba. Entonces la aguantó Ribair en el medio y lo bajaron. Fue roja para Castro y ovación para el mediocampista visitante.

Sólo dos minutos después de haber quedado con uno más, Danubio liquidó el partido con un gol de Marcelo Saracchi. El juvenil pretendido por River Plate de Argentina está en su mejor momento. Venía de anotar en el amistoso con Peñarol entre semana y ayer definió de primera para el 3-1 que significó los primeros tres puntos para uno de los candidatos del Clausura.

Danubio aprontó de la mejor manera posible el partidazo del próximo fin de semana, en el que recibirá a Nacional en Jardines del Hipódromo. En Maroñas tienen claro que deben ganar, sí o sí, para terminar de confirmar el buen momento.