Todo estaba bien en el estadio Luis Franzini. Había una cancha excelentemente presentada, el clima ayudaba, el sol se hacía ver y el viento amainaba. Para mejor, la gente, muchas chiquilinas, empezaban a llenar la tribuna principal del escenario violeta. Salvo en un puesto –Lorena Graña por Lucía Meyer–, la formación de la selección celeste femenina–ayer de blanco– era la misma del partido que habían empatado con las alemanas universitarias que vinieron en julio. Aquella vez habían jugado bastante bien. Esta podía ser mejor.

Pero Uruguay perdió con Argentina 3-0. Suena duro y fue duro, sobre todo porque el equipo tuvo poquitos momentos de lucidez. Las celestes no le encontraron la vuelta a las propuestas de las azules, que poco a poco se animaban a mandarse hacia el arco de la destacada golera Sofía Olivera y provocaron varios sustos en la última línea uruguaya. ¿Línea? Bueno…, como tal, como un colectivo, no funcionó. Las prestaciones eran individuales, y se palpitaba que en algún momento no podrían contener los ataques rivales.

Después de un primer momento de estudio de la situación, las visitantes argentinas empezaron a asomarse al área uruguaya. La número 7, Florencia Jaimes, que juega en Santos de Brasil, club en el que fue y es goleadora de los torneos en los que actuó, comenzó a mostrar su peligrosidad. Parecía inmarcable. A los 21 minutos estuvo cerca del gol, al que nunca llegaría. Pero, insistente, alta, elegante, fue desmoronando a las custodias orientales. Por otra parte, la 10, Florencia Bonsegundo, de conocida calidad técnica, aportaba desde unos metros más atrás de su tocaya Jaimes, y la 9, Belén Potassa, potente y metedora, se insinuaba.

Argentina ya era notoriamente superior a Uruguay cuando llegó el primer gol: Bonsegundo culminó la jugada con un globito exacto sobre la salida de la arquera celeste. Cinco minutos después, Potassa llegó sola a las puertas del área, dribleó a la golera celeste y tuvo el gol, pero se le fue un poquito larga, llegaron los refuerzos y pudimos respirar. Pero venía mal la cosa.

Tuvimos una chance de empatar cuando una mano argentina tocó la pelota en el borde del área. El tiro libre estaba ensayado: dos jugadoras pasaron por los costados de la pelota, pero el tiro de Valeria Colman pegó en la barrera. Fue la última chance del primer tiempo y no pudimos aprovecharla, por lo que nos fuimos a los vestuarios con el 1-0 en contra.

En el segundo tiempo la cosa empeoró. En Uruguay entró Giovanna Yun y quiso. Entró Melisa Molina e inquietó. La melliza Sabrina Soravilla y Ximena Velazco trajinaban contra buenas y muy buenas jugadoras –la 5, Florencia Quiñónez; la 11, Mariana Larroquette; y luego, otra conocida de las luchas juveniles, Micaela Cabrera–, pero no alcanzó.

Hubo otro desborde por la izquierda y Bonsegundo llegó al segundo, perdonando la redundancia. Luego, sobre el final llegó el último tanto de la tarde en el Franzini, un golazo al ángulo de Micaela Cabrera.

Sin dramas. Pero tomemos nota. La Copa América es pasado mañana, en abril.

Detalles Estadio Luis Franzini.

Uruguay (0): Sofía Olivera; Lorena Graña, Daiana Farías, Pierina Montenegro y Valeria Colman; Sabrina Soravilla y Ximena Velazco; Naiara Ferrari y Belén Yuvet; Paz Vila y Yamila Badell. DT: Ariel Longo.

Argentina (3): Laurina Oliveros; Ruth Bravo, Agustina Barroso, Adriana Sachs y Eliana Stabile; Florencia Quiñónez; Mariana Larroquette, Florencia Bonsegundo y Dalila Ippolito; Belén Potassa y Florencia Jaimes. DT: Carlos Borrello.

Cambios: 46’ Giovanna Yun por Yuvet (U), Stephanie Tregartten por Colman (U), Lucía Meyer por Graña (U); 62’ Melisa Molina por Vila (U), 63’ Micaela Cabrera por Potassa (A), 70’ Jemina Rolfo por Velazco (U), 72’ Miriam Mayorga por Larroquette (A), 85’ Micaela Fitipaldi por Ferrari (U), 89’ Virginia Gómez por Sachs (A). Goles: 27’ y 82’ Florencia Bonsegundo, 89’ Micaela Correa. Expulsado: 67’ Carlos Borrello (director técnico de Argentina).