Como cada 24 de agosto, miles y miles de uruguayos pagarán miles y miles de pesos para homenajear al sentimiento que más nos identifica como nación: la nostalgia. Desde hace años, la noche previa al feriado de la Declaratoria de la Independencia es la elegida para organizar fiestas con música que otras generaciones bailaban cuando eran jóvenes y que la mayoría solamente las bailó otro 24 de agosto.
“Es importante para el pueblo recordar las actividades que no realiza desde hace mucho tiempo”, dijo a Los Informantes (diario) un sociólogo, que quiso identificarse pero que incluso es complicado de entender cuando dice su nombre. “Salir a bailar, escuchar a los Bee Gees o ponerse una peluca afro rubia en la cabeza es algo que hace un año entero que no realizan, lo que explica el entusiasmo y las ganas de tirar la plata a la calle”, afirmó.
Otros regresos muy esperados para esta noche son las maracas en forma de choclo, la lluvia y el viento, y las coimas a los inspectores de tránsito luego de dar positivo en el test de alcoholemia.