Real Madrid dejó prácticamente sentenciada la Supercopa de España luego de derrotar ayer 3-1 a Barcelona, en el primer clásico final del certamen jugado en el Camp Nou.

El primer tiempo del primer clásico de la temporada fue parejo y tuvo pocas cosas para destacar. El Madrid, que salió a la cancha sin el portugués Cristiano Ronaldo, se dedicó en esa parte del encuentro a controlar el juego del Barça, especialmente a Lionel Messi, y la fórmula le resultó.

Pero en el arranque del segundo tiempo la cosa cambió, porque casi enseguida de empezar, a los cuatro minutos, un desborde del brasileño Marcelo terminó con un gol en contra del zaguero barcelonista Gerard Piqué.

El gol en contra sacó del partido al Barça, que perdió el control durante un rato. Poco a poco, Messi se volvió a meter en el partido y empezó a asediar el arco madridista defendido por Keylor Navas, que recién fue vencido a los 76 minutos por Messi, de penal, luego de una falta –inexistente, cabe aclarar– de Navas sobre Luis Suárez.

Pero poco le duró la alegría a Barcelona: a los 79 una gran jugada de contragolpe terminó con un golazo de Cristiano Ronaldo, que puso el 2-1. Luego, a los 89 Asensio marcó el 3-1, lapidario para las aspiraciones de Barcelona, que tendrá que viajar a Madrid para la revancha que se jugará el miércoles en el estadio Santiago Bernabéu.