Algunos hombres saudíes criticaron la medida debido a que la ida al estadio representa su única oportunidad para estar alejados de sus esposas A fines de setiembre del año pasado el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, firmó un decreto que permitirá a las mujeres manejar a partir de junio, algo que hasta ahora estaba prohibido. La vocera de una ONG feminista francesa declaró: “Es un paso muy importante para la modernización del país en materia de respeto a los derechos de las mujeres. Esperemos que la monarquía saudí siga por este camino y para 2150 las mujeres puedan dirigirle la palabra a un hombre que no sea su marido o su padre sin que las condenen a muerte”. Ayer se conoció una noticia que parecería confirmar que el país saudita planea continuar el sendero de las reformas. El gobierno anunció que a partir del viernes las mujeres podrán asistir a partidos de fútbol. Una representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) calificó el hecho de “histórico”, ya que “a partir de ahora las mujeres saudíes podrán ejercer su derecho a no entender la ley del offside, la ley de la ventaja y otras normas del fútbol mínimamente complicadas, como cualquier mujer occidental”. De todas maneras, las autoridades saudíes aclararon que las mujeres que asistan a los estadios no podrán sentarse cerca de otros hombres. La representante del PNUD consideró que esta aclaración “es una prueba de que más allá de la importancia de esta decisión, aún queda mucho por avanzar, porque si bien las mujeres pueden ir a los estadios, aún no se les permite distraer al resto de los espectadores con conversaciones que no tienen relación alguna con lo que ocurre en el campo de juego”.

La medida recibió numerosos cuestionamientos de los hombres de Arabia Saudita. Un contador público entrevistado por la cadena BBC aseguró: “Yo estoy de acuerdo con que se les dé más libertades a las mujeres, pero la verdad es que el fútbol de los domingos de tarde era la única oportunidad que tenía para pasar un par de horas alejado de mi esposa. Ahora dice que me quiere acompañar. Si me preguntan, preferiría que le permitan asistir a un show de strippers masculinos los viernes de noche”.