La prensa turca divulgó detalles del asesinato del periodista de Arabia Saudita Jamal Khashoggi en el consulado de ese país en Turquía. Según publicó el diario Yeni Safak, el periodista fue torturado y descuartizado en la sede diplomática como represalia por sus críticas al gobierno saudí en sus columnas en The Washington Post. El episodio generó tensiones entre Riad y las principales potencias occidentales. “Los saudíes van a tener que aprender a hacer este tipo de cosas con más discreción. A duras penas podemos lidiar con [el presidente de Rusia, Vladimir] Putin y su hábito de envenenar personas, como para que estos animales vengan y se pongan a descuartizar seres humanos”, se quejó un funcionario de la diplomacia europea.

La reacción más dura contra Riad provino del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Es que Arabia Saudita es considerado un aliado de ese país en Medio Oriente y, además, es uno de sus principales compradores del armamento militar que exporta. “Me siento traicionado por mis amigos saudíes. La industria armamentística estadounidense es la más confiable del mundo. ¿Por qué asesinaron a este periodista con métodos primitivos en lugar de hacerlo con alguna de nuestras sofisticadas armas”, se quejó el mandatario en Twitter. Fuentes del Departamento de Defensa reconocieron que sería “muy riesgoso” que los potenciales clientes de Estados Unidos “se den cuenta de que con un cuchillo y un poco de creatividad se puede hacer tanto o más daño que con un fusil ultramoderno”.