El Parlamento se apresta a tratar el pedido del Poder Ejecutivo de autorizar el ingreso de tropas extranjeras que participan en los operativos de seguridad de los mandatarios que asistirán a la cumbre del G-20 en Buenos Aires del 30 de noviembre y 1º de diciembre. Desde el oficialismo justifican el pedido argumentando que “con lo mal que pinta la temporada turística, cualquier ingreso de extranjeros es bienvenido, no importa si son soldados, marineros o integrantes de un equipo de fútbol femenino sub 15”. El diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio, criticó especialmente el posible ingreso a Uruguay de 400 soldados y ocho aviones del Ejército de Estados Unidos que protegerían al presidente Donald Trump, y lo calificó de una “invasión yanqui”. Desde la embajada estadounidense en Montevideo rechazaron el planteo del legislador. “¿Cuál sería el sentido de hacer un despliegue semejante para invadir Uruguay? Si ese fuera nuestro plan enviaríamos 30 soldados a punto de retirarse en lugar de 400 seals y un avión antiguo en lugar de ocho cazas de última generación”, declaró un funcionario de la embajada. El diplomático aclaró de todos modos que el gobierno de su país “no tiene planes en el corto o mediano plazo para invadir Uruguay. Lo único que nos interesa de este país es el acuífero Guaraní, pero con el contexto actual de Latinoamérica, nuestra apuesta es a que nos lo regalen sin que tengamos que disparar ni un solo tiro”.