“Algún representante de FUBB, luego de 8 años de jugar como ficha nacional, ¿podría explicarme los motivos y la lógica que me deja excluido? Agradezco”. Eso escribió el estadounidense naturalizado uruguayo Reque Newsome en su cuenta de Twitter luego de enterarse de que no podrá ser elegible en el draft que se hará el 23 de marzo, luego de que finalicen la Liguilla y la Permanencia. Esto sucederá porque los equipos que irán a playoff sólo podrán reforzarse con jugadores nacionales que provengan de los cuatro clubes que jugarán por quedarse en la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB).

Conviene repasar el reglamento del draft. Dice el documento: “Finalizada la tercera rueda (Liguilla y Permanencia), se celebrará un draft, mediante el cual aquellas instituciones o clubes clasificados para los playoff podrán incorporar una nueva ficha nacional. Siendo elegibles los jugadores que hayan participado en las instituciones o clubes (club cedente), que por no haber clasificado dejan de participar en la presente liga. El referido draft se celebrará en forma previa al comienzo de los playoff, en y lugar que oportunamente fije la Mesa de Liga Uruguaya de Basketball, y se ajustará los siguientes y procedimientos:

a) Elegibilidad: 1) Podrán ser electos aquellos jugadores nacionales que hayan disputado la presente Liga Uruguaya en aquellas instituciones que no participen en los playoff y que en consecuencia hayan quedado eliminados (club cedente).

2) Sólo podrán ser electos jugadores que integren la lista de limitación de los clubes eliminados o en su caso, la ficha de recambio según el artículo”.

Este comunicado, presentado por el Consejo de Liga, fue votado afirmativamente, como mínimo, por dos tercios de los clubes. Es una verdad porque sin ello, inevitablemente, el reglamento diría otra cosa. No sabemos cuál, pero otra cosa.

Los clubes votan, las cosas salen. En ocasiones, como pasó con el reglamento del draft, no salen del todo bien. Lo cierto es que si se aplica el reglamento, los clubes podrán elegir sólo jugadores uruguayos. O sea, casi la totalidad de las fichas mayores que jugarán la Permanencia. Eso está claro.

La injusticia que se presenta es real y tiene un solo nombre, Reque Newsome, jugador que hace ocho años juega como nacionalizado, ha pasado por diferentes equipos de la LUB y además se vistió de celeste con la selección en muchas ocasiones. Una injusticia bien gráfica, porque cualquiera de los ocho equipos de arriba desearían tener un jugador de la clase de Newsome para pelear por el título. También es justo decir que si Newsome juega como nacionalizado no ocupando ficha extranjera y puede defender a Uruguay, es porque desde el punto de vista deportivo tiene la oportunidad de hacerlo, amparado en el reglamento general de la FUBB y con el respaldo de la reglamentación de la FIBA. Y esto, guste o no, también se aplica dentro de las reglas vigentes.

Por tanto, la injusticia se da en el plano de lo subjetivo. ¿Por qué negar la posibilidad a un nacionalizado? ¿Es útil para ciertas oportunidades y, vaya uno a saber si por suspicacias o mantenimiento de chacras, no es utilizable para otras? Voy más lejos, ¿cómo se califica el trabajo para el que un basquetbolista puede ser contratado? Como manifestó el jugador, ¿cuáles son los motivos y la lógica? Si los motivos no se dan a luz, seguro que no hay mucha lógica.

Si se mantendrán los principios del reglamento del draft o no, no se sabe. En todo caso, dependerá de la correlación de fuerza entre Basquetbolistas Uruguayos Asociados (BUA), los dirigentes de la FUBB y los clubes. Estos últimos votaron y resolvieron; la BUA comunicó vía Twitter que quiere que Newsome sea incluido en el draft “por lo que le dio a Uruguay”.

Respetar los reglamentos siempre es pertinente. Ahora, si lo votado votado está y el reglamento se ratifica, no es un buen precedente. Primero, porque deja en evidencia que no todo reglamento es justo. Segundo, y peor, porque que no estén los mejores en una competencia nunca ayuda a mejorar.