Fue más de lo mismo. Fue la confirmación de que el carbonero está en su mejor momento, y eso se refleja con creces en cada sector del campo. El equipo volvió a desplegar un gran rendimiento en lo colectivo, basado en un trabajo de coordinación y ejecución en cada línea que lo hizo fuerte e incontrolable para su rival. Cuando parecía que se podía complicar por la expulsión en el inicio del segundo tiempo de Cristian Cebolla Rodríguez –que marcó el primero–, la jerarquía de un equipo sólido fue tajante en la cancha. River Plate se vio abrumado y no supo cómo sacar provecho de la superioridad numérica que tenía y pecó de indefenso.

La noche dominguera en el Campeón del Siglo, abarrotado de hinchas mirasoles, dejó también un gran espectáculo con goles vistosos. El equipo de Leonardo Ramos no sólo gana, sino que también golea y juega un fútbol entretenido. El orden está marcado desde la base y la tranquilidad que aporta Kevin Dawson en el arco, acoplado a un gran orden táctico que ensaya la línea de cuatro centrada en Fabricio Tito Formiliano y Ramón Cachila Arias, manejada por las bandas con docilidad por Lucas Hernández y Guillermo Varela. Desde ese núcleo Peñarol se hace fuerte y marca la tendencia de lo que pasa en los otros sectores de su esquema.

El primer tiempo de la victoria carbonera no tuvo goles de casualidad. Excepto por uno marcado por Fidel Martínez, que fue anulado por una supuesta posición adelantada del ecuatoriano, aunque el último toque de pelota fue de un jugador de River. Si bien los del Prado mantuvieron una constante presión en la salida, que por momentos complicó a los mirasoles, no tuvieron argumentos firmes para generar peligro. Pablo Tiscornia paró un marcado 4-4-2, aunque la referencia de área fue Juan Manuel Olivera con Matías Jones más retrasado. Intentó ir por las bandas con la velocidad de Martín Correa y Mauro da Luz, pero no fue suficiente.

Leonardo Ramos alineó un conocidísimo 4-4-2 con el termómetro de control en manos de Walter Mota Gargano, que fue la vía de escape para sus compañeros, además de ser una opción muy precisa en el ataque. A su lado estuvo Cebolla, autor de un golazo en el inicio del segundo tiempo de pelota quieta con un potente zurdazo. La mala fue que al minuto una dura entrada ante Maximiliano Calzada le valió la tarjeta roja al lacazino. A pesar del hombre de menos, Peñarol se mantuvo firme y acomodó el esquema bajando al argentino Maximiliano Rodríguez al mediocampo. Fue como si nada pasara.

¿Y ahora?

River Plate movió piezas y sumó hombres en ataque para aprovechar la ventaja numérica con el ingreso de Facundo Peraza. A pesar de la insistencia y la voluntad, el equipo de Tiscornia en ningún momento generó peligro extremo. Por si fuera poco, cayó otro gol carbonero en una maniobra personal destacadísima de Gargano. El sanducero recibió un pase de Fidel Martínez y arrancó hacia el área. En el camino lo rodearon tres jugadores darseneros, aunque lo marcaron mal y le dejaron mucho espacio para el recorrido. El Mota entró como perico por su casa a la zona picante y con un bombazo puso el 2-0.

Con varios minutos por jugar, Peñarol se sintió muy cómodo y apareció su mejor juego. El balón fue siempre a ras del piso y el toqueteo no paró. El tercero cayó con un soberbio pase filtrado entre líneas de Gargano a Fabián Lolo Estoyanoff, que entró con el timing justo, controló, eludió a Nicola Pérez y la pudrió.

Matías Alonso y Facundo Boné fueron las alternativas de River Plate para ir por la remontada, pero fue difícil. Peñarol cerró líneas, ajustó los espacios y mantuvo el dominio de la pelota, lo que hizo complicada la situación, aun más, para los del Prado. Leo Ramos les dio minutos a Guzmán Pereira y Giovanni González, que en la primera que tocó la mandó guardar ante su ex equipo. River marcó el de la honra en el final con cabezazo de Matías Alonso luego de un preciso tiro de esquina de Claudio Herrera.

Peñarol sigue igual. Desde el campeonato ganado nada cambió y los jugadores que se incorporaron se acoplaron perfecto al sistema táctico. Las pruebas del torneo local las viene pasando con creces para la gran prueba que será la Copa Libertadores, en la que debutará el 15 de marzo con The Strongest en La Paz.