Luego de la histórica y enorme victoria de la selección uruguaya de básquetbol sobre Argentina el viernes 23, hoy la celeste tiene otra parada difícil: Panamá en Panamá. El partido comenzará a las 22.45 de nuestros relojes (dos horas menos en el país centroamericano), se disputará en el estadio Roberto Durán y tendrá el arbitraje de Cristiano Jesús Maranho y Andréia Regina Silva, ambos de Brasil, y el canadiense Michael Wieland.

La idea está clara: “No vamos a enfrentarlos, vamos a ganarles”, dijo públicamente el entrenador Marcelo Signorelli. Y de la filosofía a la cancha, Uruguay ha demostrado que tiene con qué. El triunfo 88-83 sobre Argentina es un aliciente anímico, más que por el resultado –que ya quedó atrás–, porque tanto en los sistemas ofensivos como defensivos Uruguay está muy fuerte. Ganar prácticamente implicaría asegurarse la clasificación a la segunda fase cuando faltan dos partidos para que el grupo termine. Lo bueno, además, es que, aun perdiendo, la selección uruguaya quedará en el primer lugar de la serie.

Uruguay tendrá a todos sus jugadores a las órdenes. Gustavo Panchi Barrera es quizá el más disminuido físicamente, no sólo por el golpe que recibió contra los argentinos, sino porque antes de ese mismo partido estuvo afectado del estómago. De todas maneras, es previsible que juegue algunos minutos.

Por el lado de Panamá hay una baja sensible: el ala-pivot Akil Mitchell no jugará porque sufrió un desgarro en el partido del viernes con Paraguay. Mitchell, que juega en Long Island Nets de la G League yanqui –liga de desarrollo que organiza la NBA–, fue una de las nuevas citaciones y era uno de los hombres a tener en cuenta para el juego defensivo, tal como explicó Signorelli a la diaria días pasados. Ayer la selección de Panamá confirmó que el sustituto será Jaime Lloreda.