La jornada sabatina dejó importantes victorias para Cerro y Liverpool. El albiceleste, luego de un comienzo de temporada con más dudas que certezas, parece encontrar su buen funcionamiento en la cancha, seguramente mucho más fortalecido en actitud tras pasar de fase en la Copa Sudamericana. Lo cierto es que, al sumar la escena internacional con el Torneo Apertura, Cerró llegó a dos victorias consecutivas.

La del sábado fue importante por los puntos y por el rival de turno: Progreso, hasta ahora una de las revelaciones del campeonato. Fue 1-0 para los cerrenses, con gol del lateral derecho Christian Pichón Núñez. Buen contragolpe lanzado por Aníbal Hernández, quien encontró como socio a Maureen Franco en tres cuartas canchas, y juntos elaboraron la jugada que derivó en el tanto de Núñez en el minuto 76.

Se podría decir que hubo un tiempo para cada uno. Fue determinante para la superioridad de Cerro en el complemento la expulsión del atacante gaucho Alexander Rosso cuando transcurrían diez minutos. Con uno más, los dirigidos por Fernando Correa se apoderaron mejor de la cancha y vieron su rédito al final. Para colmo de males, a los 79 Progreso se quedó con nueve jugadores luego de la expulsión de Danilo Asconeguy y le fue muy difícil intentar empatar.

Pero quien crea que Progreso jugó mal se equivoca. En los primeros 45 minutos fue superior a su rival. No encontró el gol por dos causas: la buena actuación de Yonatan Irrazábal en el arco de Cerro y la falta de puntería. Es digna de destaque la sociedad que conforman en la mitad de la cancha Joaquín Gottesman y Rodrigo Viera, en todos los casos con un picante Gastón Colman arriba, a la expectativa de lo que puedan generarle. A propósito de Colman, el palo le negó la posibilidad de abrir el marcador en el primer tiempo.

Liverpool también ganó por segunda vez consecutiva y trepó en la tabla. Al igual que Cerro, lo hizo ante uno de los que iban arriba, Danubio –primero junto a Peñarol hasta esta fecha–, y en condición de visitante. El capitán negriazul, Carlos Núñez, a los 17 y Federico Martínez a los 71 y a los 84 hicieron los goles del 3-0. Con la derrota Danubio cortó una buena racha de cuatro partidos ganados consecutivamente.

El equipo de Paulo Pezzolano juega bien y busca generar fútbol a partir de la posesión de la pelota. Es su táctica y estrategia que, luego de algún traspié, le ha dado dos victorias al hilo.

El primero en destacarse fue el arquero danubiano. A los ocho minutos, Federico Cristóforo le atajó un penal a Núñez, luego de que Gastón Bueno bajara a Martínez dentro del área. Aproximadamente 20 minutos después, hubo otro penal, esta vez a favor de Danubio, por una mano del zaguero Sebastián Cáceres, pero el travesaño le negó el gol al bueno de David Terans.

En el segundo tiempo, cuando Liverpool iba ganando 1-0, Danubio logró hacerse de la pelota. Hubo balas que picaron cerca, pero el empate no llegó. Con los cambios de Pezzolano los de la cuchilla ganaron en velocidad e hicieron daño cuando el juego quedó abierto. Precisamente Martínez, el más rápido, fue quien laudó el partido y consiguió los tres puntos para Liverpool.