En el estadio Juan Antonio Lavalleja se jugó la primera final de la Copa Nacional de Selecciones del Interior que organiza la Organización del Fútbol del Interior. El primer partido se disputó el sábado de noche en Minas y fue triunfo para Durazno 1-0, con gol del Canario Gerardo Gasañol.

Durazno es así. Tiene ese plus de los equipos grandes, de las selecciones gigantes. No en vano la roja del Yi es la selección más ganadora del interior, con diez títulos, y va por el undécimo. Pero no hay que apurarse, porque esto es fútbol y Minas no dará nada por perdido. De hecho, esta primera final que se jugó en un estadio repleto –se vendieron las 5.000 entradas disponibles–, con un clima festivo y de final precioso, fue muy pareja.

Se sabe que la selección de Durazno está preparada para este tipo de partidos y que siempre es candidato a quedarse con el campeonato del interior, pero la selección minuana que dirige Gerardo Cano desde el inicio del torneo ha jugado un fútbol que se ha estampado a fuego en sus hinchas, en los ciudadanos del departamento, en la gente de Minas. “Nos identificamos con esta selección”, repitieron hasta el cansancio durante todo el día. Y la derrota, claro, duele porque la revancha será nada más ni nada menos que en el estadio Silvestre Octavio Landoni de Durazno. Y Durazno, ese gigante del fútbol del interior, tendrá a su gente a favor, a sus jugadores curtidos por tantas definiciones, esas ganas de llegar al undécimo título y, lo más importante en una definición, el resultado favorable. La roja del Yi sabe que tiene asegurado un alargue de 30 minutos, mientras que Minas tendrá que salir a ganar –por cualquier resultado– para estirar la definición hasta el tiempo suplementario, que actuará como un partido diferente –si no se hacen goles, habrá penales–.

El gol te saca del partido

Si será difícil ganarle a Durazno que el gol de Gasañol llegó a los 83 minutos, cuando faltaba poco para el final del encuentro y los visitantes se habían empezado a replegar porque desde los 76 jugaban con diez futbolistas por la expulsión del lateral izquierdo Johan Suárez. A pesar de que se podía pensar que eso sería una complicación –y por unos instantes lo fue–, Durazno aprovechó una habilitación en largo que salió desde el fondo y llegó hasta el área, donde estaba Gerardo Gasañol, el número 10, que la tomó, la tiró larga y eludió al golero Sebastián Tian Pereira para quedar de frente al arco, definir y desatar la locura de los muchísimos duraznenses que se arrimaron hasta Minas.

El gol te saca del partido, y el teatro de las sierras, el estadio municipal minuano, quedó desolado tras la anotación del equipo visitante. Con mucho desorden, pocas ideas y muchísimas ganas empezó el Lava a apretar y a buscar el empate que no llegaría. Antes de todo eso y del gol de Durazno, lo dicho: el partido fue parejo. Durazno atinó a rematar mucho de media y larga distancia con sus especialistas Wilmar Mono González y Walter Chipi Olivera, siempre con el goleador Michael Fumero al asecho y con su compañero de ataque, Agustín Monzón, que complicó mucho a la línea final de Minas, sobre todo el primer tiempo. Además, Kevin Lacuesta y su velocidad fueron un factor importante para el juego duraznense.

Del otro lado, el local. La tricolor serrana, con muchas ausencias –por suspensiones y por lesiones–, tuvo que jugar con lo que tenía a mano y lo hizo muy bien. Seba Sánchez manejó el partido desde la mitad de la cancha y fue muy bien acompañado por Jonathan Pérez; arriba el más peligroso fue el veloz Germán Fernández, que tenía la compañía de Súper Mario Amorín por el centro del área.

El triunfo terminó siendo de Durazno, pero queda la sensación, a pesar de que la fiesta empieza a teñirse de rojo, de que Lavalleja está a la altura –como durante todo el torneo– y la llave no está cerrada.

El primer campeón

La categoría sub 17 ya tuvo sus festejos el sábado de noche. Fue la selección de Paysandú la que levantó la copa y dio la vuelta olímpica, como visitante en el estadio Campeones Olímpicos, donde venció a Florida. La blanca sanducera, que había ganado en la final de ida jugada en el estadio Artigas, viajó hasta la Piedra Alta y también se impuso a la albirroja floridense. Al 2-1 de la ida Paysandú le sumó un contundente 3-0 frente a Florida, como visitante, con goles de Lucas de los Santos, Maximiliano Andrada y Matías Pastorini.