El Montevideo Wanderers volvió al triunfo. Los bohemios caminaron unas cuadras y visitaron a Torque en el estadio José Nasazzi; Claudia Umpiérrez fue la jueza. La victoria wanderista empezó a cimentarse a los 20 minutos de juego, cuando el pedrense Santiago Bellini la mandó a guardar. Torque, que no consiguió ganar desde que llegó a Primera División, consiguió empatar con el gol de Gastón Vitancurt, a los 77, pero Wanderers no dejó pasar el tren y lo ganó 2-1, con anotación del floridense Rodrigo Pastorini.

En el estadio Olímpico, en la villa del Cerro, Rampla Juniors recibió a River Plate. Los picapiedras, que venían muy dulces por la goleada y clasificación a segunda fase de la Copa Sudamericana, no pudieron con los darseneros, que ganaron 2-1. Fue un partido de ida y vuelta, con muchas jugadas de gol y muchísima participación de los goleros, sobre todo de Rodrigo Odriozola, que a pesar de que recibió dos goles –golazos–, atajó otras tantas pelotas que bien podían haber entrado. River se puso en ventaja con un golazo de Nicolás Rodríguez: el volante por la derecha tomó la pelota, enfiló hacia el arco y sacó un zapatazo seco y bien dirigido que se le metió en el medio del arco a Odriozola. El viento, la calidad del remate y el tipo de pelota –de la que muchos goleros se han quejado– generaron un efecto extraño que determinó que entrara en el arco. Rampla había empezado un poco mejor, con Diego Martiñónes y Julián Lalinde como atacantes y con las buenas participaciones en el medio de Cristian Olivera e Igor Paim. A pesar de eso, River lo complicó con muchos pelotazos a la espalda de la defensa ramplense: Matías Alonso y Matías Jones aparecieron varias veces en soledad y la mandaron a guardar.

En la segunda etapa llegó el otro golazo de la tarde. Esta vez fue Martín Correa, que apareció con pelota dominada en el área y se la tocó por encima del cuerpo a Odriozola. Muy linda definición para el 2-0 y para hacer rumbear la victoria hacia el Prado. Los darseneros concretaron ese triunfo, pero sufrieron bastante. Martiñones descontó sobre el final, a los 86 minutos. En los descuentos, que fueron cuatro minutos, Rampla se fue con todo al ataque –hasta Odriozola fue a cabecear– y, en la última jugada del partido, estuvo muy cerca de empatarlo.