Desde San Juan, Argentina, donde se encontraba dirigiendo a la selección sub 17, el entrenador Ariel Longo dio a conocer la lista de buena fe de las 22 jugadoras que disputarán la Copa América femenina de Chile, que se llevará a cabo del 4 al 22 de abril. En ese torneo, que se disputa sólo cada cuatro años, la selección absoluta celeste integrará un grupo A muy parejo, en el que también estarán Chile, Colombia, Paraguay y Perú. Uruguay debutará el miércoles 4 de abril en el partido con Colombia.

Este certamen entregará dos cupos directos para la Copa Mundial Femenina de la FIFA de Francia 2019, mientras que la selección que obtenga el tercer puesto disputará otro cupo en un mano a mano con la que salga cuarta en la Concacaf. Además, el campeón se clasificará para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el subcampeón dirimirá otro cupo para esa competencia con una selección africana. Por último, habrá disponibles tres lugares para los Juegos Panamericanos de Lima 2019, sin contar a Perú.

La lista de 22 jugadoras contiene sorpresas, excelentes designaciones, ausencias controvertidas y presencias rarísimas. En una distribución algo extraña, la selección tiene siete jugadoras del campeón, Peñarol, siete de Nacional, dos de clubes locales –una de Liverpool y una de Colón–, una de Paysandú, y hay cinco clubes del exterior que aportan otras tantas jugadoras: Independiente Santa Fe de Colombia, Málaga y Tacón de España, y River Plate y San Lorenzo de Argentina.

Si Óscar Washington Tabárez no hubiera convocado a Edinson Cavani y a Diego Godín para los partidos de la clasificatoria mundialista, esa decisión habría sorprendido a la afición futbolística. No sucederá lo mismo con la ausencia de la coloniense Cecilia Domeniguini y la arachana Lorena González, jugadoras de Colón, debido a la menor difusión que tiene la modalidad femenina, pero la situación es similar a ese caso hipotético. Las dos son indiscutiblemente merecedoras de estar en el mejor equipo del país. Ambas aportaron mucho en el cuatrienio de campeonatos que logró la institución que defienden. Su ausencia genera enorme sorpresa porque contrasta vivamente con la actitud contraria que se ha dado con las cinco jugadoras que llegaron en las últimas horas desde el exterior: si ellas pueden estar en la selección –algo que debe aplaudirse–, similar criterio de comprensión a la falta de concurrencia a algunos entrenamientos debió aplicarse –adaptándolas– con las jugadoras del interior. Y debió establecerse un régimen de preparación que tuviera similares y lógicas contemplaciones que aquellas que se otorgan a las jugadoras que llegan desde el exterior. Sus situaciones, aunque no idénticas, son similares.

Una situación poco comprensible, muy rara, se presenta en el caso de las jugadoras de Peñarol. La golera Catia Gómez y la defensa Alexia da Silva son suplentes o ni siquiera eso en Peñarol. No juegan en Primera División, nunca. Al margen de la valoración que pueda hacerse de ellas como jugadoras, que no está en discusión, la situación deja en posición incómoda hasta al entrenador aurinegro. Más aun: Alexia estuvo en la preselección sub 20, pero entonces Longo decidió que no viajara a Ecuador para participar en el Sudamericano de enero. Esa jugadora, que no podía estar en la sub 20, ahora integra el plantel de la mayor. Es difícil de explicar.

Debemos terminar valorando la llegada de las cuatro jugadoras que vienen del exterior, sobre todo la presencia de Carolina Birizamberri, que aporta su fútbol pícaro y efectivo –para dar sólo dos aproximaciones–. La mala noticia es la lesión de Stephanie Lacoste; la defensora, que juega en Independiente Santa Fe de Bogotá, sufrió una quebradura de tibia y peroné.