En los últimos días comenzó a circular por Whatsapp un audio en el que una mujer relata una anécdota de un hombre que había ido al Ministerio de Desarrollo Social para anunciar que quería separarse de su esposa, y allí intentaron disuadirlo prometiéndole una tarjeta con 4.800 pesos para comprar alimentos, otra por el mismo valor para ropa, un arancel de 289 pesos y además, 389 pesos para instalar DirecTV, a condición de que no contratara TV cable. “A mí cuando me llegó el audio me resultó un poco extraño, y ni le di pelota. Pero en ese momento me mareé un poco, empecé a sentir cierta somnolencia, y un par de minutos después ya estaba convencido de que era una denuncia real, así que reenvié el audio a todos mis contactos”, aseguró un usuario de la aplicación de mensajería. Una de las posibles explicaciones de este caso y de la gran difusión que tienen en general los audios con información falsa apareció la semana pasada en un informe elaborado por la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República. Según uno de sus responsables, “desde hace casi una década se venían haciendo especulaciones sobre el posible daño cerebral que provocan las ondas de radio de los teléfonos celulares, pero no había evidencias concluyentes al respecto. Ahora, con la viralización de este tipo de audios con información cuya falsedad debería ser evidente para cualquier infradotado, está claro que tal como se temía, la teoría del daño cerebral era acertada”.