El ex presidente Julio María Sanguinetti asistió el miércoles a la comisión de la Cámara de Diputados que investiga el espionaje policial y militar en democracia. Durante su comparecencia, Sanguinetti admitió que el espionaje existió, aunque aseguró que él nunca estuvo al tanto. “Nunca me enteré de nada, y de hecho, de no haber sido por los subnormales que guardaron los documentos de los archivos Castiglioni y Berrutti, seguiría sin saberlo. Esas personas claramente me decepcionaron”, declaró el ex presidente ante las preguntas de los diputados. Cuando uno de ellos manifestó que era “poco creíble” que desconociera tales hechos, Sanguinetti reaccionó ofuscado: “¿Usted se piensa que desde las Fuerzas Armadas me venían a preguntar sobre algo que tenían ganas de hacer, después de todos los favores que les hice? Los militares ni siquiera me tenían que pedir permiso. Es más, creo que me hubiera molestado si me hubieran venido a pedir autorización para espiar, porque con lo bien que los traté, tirarme encima el fardo de decidir si había que espiar o no hubiera sido una desconsideración tremenda”. A la salida de la reunión, el ex mandatario declaró a la prensa que “todas estas muestras de revanchismo de la izquierda no hacen otra cosa que confirmar que tenían que volver a la política. Algunos se preguntaron: ‘¿para qué volvió?’. Pues bien, para esto, para trabajar por que este tipo de cosas queden enterradas en el pasado y todos podamos hacer de cuenta que aquí no pasó nada”.
Sanguinetti asegura que el espionaje militar no lo involucró: “Los militares sabían que ni siquiera me tenían que pedir permiso”
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