El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, intentó ayer dar señales de tranquilidad ante la crisis del peso argentino y sus posibles efectos en Uruguay. “Es cierto que hay nubarrones en el horizonte, pero confiamos en que la situación durante lo que queda de 2018 y todo 2019 va a ser estable. Después de eso, que estalle todo, a mí no me importa, porque eso de mi candidatura a la presidencia no me lo creo ni yo”, declaró ayer a la prensa. Los acontecimientos en Argentina generaron repercusiones en la interna del Frente Amplio, que desde hace varios meses está abocada a definir su fórmula electoral. “Esto de Argentina cambia todo. Antes, lo que más nos preocupaba era cómo revertir las encuestas y llegar al cuarto gobierno. Ahora nuestra estrategia consiste en entregarles el poder lo antes posible a los blancos, así les estalla en la cara la megacrisis que se nos viene”, declaró un integrante de la Mesa Política frentista. “De hecho, estamos pensando en adelantar el cronograma electoral. La idea es celebrar las elecciones en noviembre de este año, hacer el traspaso de mando el 1º de enero de 2019, antes de que se sientan los efectos de la temporada turística catastrófica, y desaparecer hasta 2024, cuando sean las próximas elecciones”. El dirigente opinó que esta estrategia “no puede fallar, porque en realidad consiste en una sola medida, cuya efectividad está garantizada, y es llevar a Raúl Sendic como candidato a la presidencia y a Leonardo de León a la vicepresidencia”.
El Frente Amplio cambia su estrategia electoral y pretende entregarles el poder a los blancos lo antes posible
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