Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Tabaré Vázquez le envió a Luis Lacalle Pou dos regalos de Navidad, en forma de aportes al proyecto de ley de urgente consideración que el presidente electo presentará tras asumir en marzo. Se trata, sin duda, de dos iniciativas muy defendibles, aunque el obsequio no está exento de picardía política.

Cuesta discernir qué puede resultarle más incómodo a alguien que destacó en su campaña la intención de reducir el gasto estatal: destinar unos 150 millones de dólares a obras obviamente necesarias, para mejorar la calidad del agua en la cuenca del río Santa Lucía; o ahorrar mediante una norma que restrinja la compra de medicamentos y vacunas por parte del Fondo Nacional de Recursos (sobre todo porque las demandas judiciales para que se amplíen esas adquisiciones fueron alentadas, a menudo, desde los partidos que apoyaron a Lacalle Pou en el balotaje).

A veces el espíritu festivo de estos días se manifiesta de modo extraño, y otro caso evidente fue el del árbol de Navidad que armaron –literalmente– en Minas, con municiones, fusiles y hasta alguna pieza de artillería, militares del Batallón de Infantería 11, Brigadier General Juan Antonio Lavalleja. El hecho reveló una sana coincidencia de criterios entre el ministro de Defensa Nacional, José Bayardi (quien ordenó desmontar la instalación, realizada sin conocimiento de los mandos superiores, e iniciar una investigación administrativa) y el próximo titular de ese cargo, Javier García, quien manifestó su desagrado ante la ocurrencia.

También fueron pertinentes los comentarios de García sobre las denuncias contra integrantes uruguayos de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, por 24 casos de abuso sexual. El dirigente nacionalista dijo que quien comete actos de ese tipo traiciona al país y a su deber como militar, y acotó que “por 24 no se puede manchar el honor de 50.000” que se comportaron correctamente. Sólo cabe esperar que, en los años venideros, se extremen esfuerzos para aplicar el mismo criterio con quienes cometieron abusos durante la dictadura, manchando el honor de las Fuerzas Armadas en su conjunto.

Mientras tanto, siguen las definiciones –y en algunos casos los forcejeos– con miras a las elecciones departamentales. En el Frente Amplio no está claro quién o quiénes se postularán por la Intendencia de Montevideo, el lugar de mayor poder político que puede ocupar ese partido en los próximos años, y vuelven a sonar los nombres de Daniel Martínez y Carolina Cosse, que compitieron este año por la candidatura a la presidencia de la República. El panorama se va despejando en otros departamentos: los frenteamplistas ya definieron tres candidaturas para la Intendencia de Paysandú, y otras tantas en Lavalleja.

Por último, y contribuyendo a que unas cuantas reuniones de esta noche no terminen a los gritos, como sucede a veces en las mejores familias, el ex presidente José Mujica reconoció que estuvo “muy mal” cuando, en declaraciones a Voces, destrató a dirigentes frenteamplistas y cortó grueso al criticar el feminismo y la “agenda de derechos”.

Hasta el jueves.