Producto de la actual emergencia sanitaria, Uruguay se encuentra en una situación económica comprometida. Por ello, desde el gobierno se intenta dar señales de frugalidad en el gasto, para alivianar la pesada carga impositiva que se recuesta sobre los hombros de nuestro pujante empresariado, único generador de riqueza, y ojalá que la gente de El País vea esto y contrate a El Cascote News para hacer humor, junto a Casalás.

El mismísimo presidente de la República ha decidido predicar con el ejemplo: la semana pasada comunicó, en una conferencia de prensa, que dejará de parafinar su tabla de surf. “Hay momentos en los que corresponde sacrificar algo por un bien mayor. Yo no estoy por encima de nadie, así que también haré un sacrificio: a partir de ahora, no untaré más parafina en mi tabla de surf. Perderé velocidad, pero ahorraré... conmino a todo oriental de bien a seguir mi ejemplo”, anunció el mandatario, visiblemente conmovido.

Empresarios de la parafina han mostrado preocupación, pues la parafina, según la Cámara de Fabricantes de Parafina, es una industria que emplea a más de 50.000 familias: “Tendremos que reconvertirnos en fabricantes de vaselina. Creemos que, en los próximos años, ese mercado va a andar mucho mejor”, concluyó el secretario general de la gremial corporativa parafinera.