Mientras algunos países europeos están atravesando el pico de la crisis del coronavirus y en el resto del mundo ni siquiera se ha llegado a ese punto, en China se registran cada vez menos contagios. Esto hizo que poco a poco los chinos estén retomando la vida que tenían antes de la epidemia. “Me pasé dos meses sin poder salir de mi casa. Fue muy duro, pero por suerte esto se terminó y ayer pude venir a trabajar a la fábrica en donde paso 24 horas al día”, declaró un operario de una planta manufacturera de la provincia de Wuhan.

Uno de los problemas que causaban más preocupación entre las autoridades sanitarias chinas era el efecto que podría tener el encierro en los niños, por lo que el fin de la cuarentena fue calificado como “un gran alivio”. “Un niño no debe pasarse todo el día encerrado en su casa, es antinatural. Un niño debe pasarse el día entero trabajando y aportando al progreso de la nación. Por suerte hoy en día ya no quedan niños improductivos encerrados en sus casas”, aseguró un jerarca del Ministerio de Salud chino.

El presidente del gigante asiático, Xi Jinping, afirmó el viernes en un discurso televisado que “lo peor de la crisis ya pasó”. “Los ciudadanos pueden estar tranquilos de que poco a poco estamos recuperando la normalidad. Fue muy emotivo ver a tantos trabajadores entrando a su lugar de trabajo. Esperemos que nunca más tengan que salir por una epidemia, o por cualquier otra cosa”.