La cuarentena por la crisis sanitaria está causando alteraciones en la rutina diaria de prácticamente todo el mundo. Pero según algunos investigadores, el confinamiento también podría estar generando cambios a nivel fisiológico en los seres humanos. “Según los primeros indicios de una investigación que estamos llevando a cabo, algunos padres están desarrollando capacidades de camuflaje en sus cuerpos que les permiten esconderse de sus hijos. No se trata de un fenómeno buscado, ni nada por el estilo, sino de un proceso natural”, explicó un investigador de la Udelar. “El ser humano evoluciona todo el tiempo, no sólo en materia cultural, sino también en su físico. Lo notable en este caso es que, debido a la presión descomunal de convivir todo el tiempo con hijos, especialmente si son chicos, las modificaciones en los cuerpos y en los instintos se están dando a una velocidad asombrosa, nunca antes vista”, agregó.

En uno de los casos incluidos en la investigación, un padre relató que una tarde estaba en su cuarto y cuando escuchó que su hijo lo llamaba, su piel y su pelo empezaron a mutar, y eso permitió que su hijo no lo viera y continuara buscándolo en el resto de la casa. “En un momento vi que mi brazo empezaba a tomar el color del ropero de madera y mi pelo adquiría la misma forma que la lámpara de la mesa de luz. Se ve que es una especie de defensa. Nunca estuve tan agradecido con la evolución”.