Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Ayer fue el segundo día consecutivo sin registro de nuevos casos de covid-19, y esto no justifica el abandono de precauciones, pero de algún modo valida el creciente desplazamiento de la agenda pública hacia otros temas.
De todos modos, es interesante considerar la opinión sobre lo que ha hecho Uruguay ante la pandemia de Wilson Benia, integrante de la representación en nuestro país de la Organización Mundial de la Salud. El debate político local ha tendido a polarizarse entre los oficialistas, que destacan el acierto de lo hecho por el Poder Ejecutivo, y los opositores, que enfatizan las fortalezas del sistema sanitario construidas en gobiernos anteriores. Benia, desde una organización internacional, adopta una posición muy uruguaya y propone un “justo medio”, que no contrapone esos dos factores sino que valora su combinación.
Mientras tanto, las campañas para las elecciones departamentales vuelven a los primeros planos, y ayer se despejó el panorama en relación con dos polémicas previas.
Por un lado, Gerardo Sotelo anunció su renuncia a la postulación como suplente de Laura Raffo en las listas para la Intendencia de Montevideo de la “coalición multicolor”, asumiendo que sería “inadecuado hacer campaña” mientras es director del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional (Secan), que reúne a los medios públicos. Primero Sotelo había decidido no ocupar ese cargo hasta que se realizaran las departamentales, pero cuando estas se postergaron asumió en el Secan, y pareció que iba a dedicarse a las dos cosas a la vez, pero finalmente optó por concentrarse en su responsabilidad actual.
A la vez, trascendió que si Daniel Martínez vuelve a ser elegido como intendente de Montevideo, su intención es cumplir los cinco años de mandato. En otras palabras, no renunciaría una vez más antes de que termine el período para ser candidato a la presidencia en 2024. Es un lugar común en política que “la realidad es muy dinámica”, y nadie puede asegurar qué sucederá dentro de cuatro años, pero de todos modos se trata de un gesto significativo, y como Carolina Cosse y Álvaro Villar ya habían anunciado antes la misma intención, el panorama también se despeja, dentro del Frente Amplio, en este terreno.
Otro tema que volvió es el del pedido de extradición desde Panamá, por un caso de lavado de activos, de Maya Cikurel, pareja del ministro Pablo da Silveira. El defensor de Cikurel, Gonzalo Fernández, señaló que la solicitud fue planteada por una fiscal que no es parte de las “autoridades judiciales” a las que corresponde, según el tratado correspondiente entre Uruguay y Panamá, realizar estos trámites. La jueza María Elena Maynard le dio la razón a Fernández y rechazó el pedido, atendiendo a que su función en este caso era, precisa y exclusivamente, verificar si se cumplían las formalidades requeridas. El fiscal uruguayo actuante, Ricardo Lackner, comentó que esta decisión fue una “mala señal”.
La historia no ha terminado. La decisión de Maynard podría ser apelada, y el pedido de extradición podría reiterarse por la vía correcta. Lackner se pondrá en contacto con sus pares panameños para decidir cómo sigue esto.
Hasta mañana.