Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El presidente Luis Lacalle Pou es un ferviente partidario de “hacerse cargo” personalmente del gobierno desde el cargo ejecutivo unipersonal que ocupa. Da la impresión de que opina lo mismo acerca de las responsabilidades en otras áreas del Estado, ya que no lo convence la propuesta de darle a la Fiscalía General de la Nación (FGN) un directorio integrado por tres personas, que lanzó el diputado colorado y ex fiscal Gustavo Zubía, y es respaldada por el senador Guido Manini Ríos.

Zubía y Manini quieren acotar las potestades del fiscal de Corte, Jorge Díaz, a quien el líder de Cabildo Abierto (CA) acusa de cometer “atropellos” contra “los principios del derecho”, que a su entender “ya son intolerables” (los presuntos atropellos, no los principios del derecho).

El Comité Ejecutivo Nacional colorado apoya en principio el proyecto, y el diputado Felipe Schipani (Ciudadanos) aseguró que sólo busca darle “mejor calidad institucional al funcionamiento” de la FGN. En todo caso, varios dirigentes del Partido Nacional se manifestaron, como era previsible, en línea con la posición de Lacalle Pou, y como el Frente Amplio tampoco ve con buenos ojos la iniciativa, se perfila la mayoría parlamentaria menos pensada, de nacionalistas y frenteamplistas contra colorados y cabildantes.

Además, el presidente le puso paños fríos a la otra propuesta que le planteó Manini la semana pasada. Señaló que “reinstalar” los efectos de la ley de caducidad no está entre los acuerdos firmados por la “coalición multicolor”, y comentó que, si bien “escucha la opinión de Manini”, que es “un socio importante del gobierno”, este tiene que “tratar de representar a todos sus socios”.

En suma, el conductor de CA logró la parte menos novedosa de sus objetivos: prestigiarse ante quienes opinan, como los militares del Foro Libertad y Concordia, que los condenados por participar en el terrorismo de Estado son “presos políticos” y deberían ser liberados. En cambio, por ahora no se acerca a la meta de “disciplinar” a la FGN y a Díaz, ni a la de ganar –aprovechando la retirada de Ernesto Talvi– mayor incidencia en las decisiones gubernamentales.

Lacalle Pou no parece dispuesto a hipotecar su imagen nacional e internacional con una restauración de la impunidad. El tema es a qué está dispuesto Manini a fin de hacerse valer y recordarle al presidente que, para que la “coalición multicolor” tenga mayoría parlamentaria, CA es un socio indispensable.

Mientras tanto, quien sí podría aprovechar la situación generada por la decisión de Talvi es Pedro Bordaberry. Le están haciendo señas desde los dos grandes sectores del Partido Colorado, Ciudadanos y Batllistas, para que vuelva a ocupar un lugar entre los dirigentes de esa fuerza política a fin de aumentar su convocatoria (y también, aunque esto no se diga en voz alta, para disputarle votos a Manini). Sin embargo, como en su momento Talvi y Julio María Sanguinetti consideraron que no era pertinente que presentara una lista propia sin haber participado en las internas, Bordaberry regresaría con fuerzas menguadas, y dependería de que legisladores elegidos por otros sectores se alinearan tras su liderazgo.

Hasta mañana.