El ministro de Defensa Nacional, Javier García, anunció el sábado que un integrante de un Tribunal de Honor del Ejército fue expulsado del cuerpo que integraba. Este militar incurrió en “actitudes honorables incompatibles con el ejercicio de su función”. “Lo que ocurrió no tiene que ver estrictamente con el caso del tribunal, que se relaciona con las actuaciones de un militar retirado durante la dictadura, sino con un hecho ocurrido en un receso. El oficial salió a comprar un refresco valor 25 pesos, que pagó con un billete de 50. La quiosquera que se lo vendió le devolvió 27 pesos, y el ex miembro del tribunal, en lugar de quedarse con todo, advirtió a la mujer de su error. Devolver dos pesos que le dieron de más en un cambio puede parecer insignificante, pero acá no hay demostraciones de honor pequeñas”, declaró García. “Este gobierno tiene la firme determinación de mantener a los Tribunales de Honor libres de cualquier tipo de conducta honorable, caiga quien caiga”, agregó.

El ministro reconoció que el oficial en cuestión podría ser sancionado, algo que consideró “ajustado al derecho, pero no por eso menos doloroso”. “Esta persona en todo momento intentó desviar la atención de posibles violaciones a los derechos humanos, no permitiendo que el acusado se incriminase, y, lo más importante, jamás sugirió que había que transmitir esta información a las autoridades civiles. Su actuación fue impecable. Pero cometió un error y tiene que pagar por ello”.