Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Sería excelente terminar la semana con noticias positivas y esperanzadoras, pero no va a ser posible. Las de ayer confirmaron que Uruguay no sólo ha dejado atrás los meses en que la covid-19 estuvo muy controlada, sino también los amplios consensos sobre la política sanitaria que, durante la mayor parte del año pasado, fueron una de las grandes fortalezas del país para hacerle frente a la pandemia.

Los indicadores siguen mostrando una situación complicada, con 760 casos nuevos ayer, 6.478 activos y una proporción de 12,6% de diagnósticos positivos en el total de testeos. Esto dista de ser bueno, pero quizá sea peor la tendencia ascendente de las discrepancias y los cuestionamientos.

El Frente Amplio (FA), el PIT-CNT y otras organizaciones políticas y sociales siempre le demandaron al Poder Ejecutivo, en relación con el manejo de la emergencia sanitaria, que aumentara su disposición al diálogo y el apoyo a los sectores sociales más vulnerables. Desde fines del año pasado, a esos reclamos se suman cuestionamientos específicos a las medidas de prevención, y últimamente al modo en que se han conducido las negociaciones para acceder a vacunas.

La respuesta del oficialismo ha sido, como en muchas otras cuestiones, entrar en un intercambio de acusaciones, y el resultado, como de costumbre, es que a la opinión pública no se le ofrecen demasiados elementos para discernir quién está actuando bien, sino que se la deja ante la desalentadora tarea de identificar quién es peor.

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, venía situándose al margen o por encima de los tiroteos entre oficialistas y opositores, pero en los últimos días ha reiterado la insinuación de que las movilizaciones sociales del año pasado fueron una causa de que la propagación del virus se acelerara, pese a que el rastreo epidemiológico no respalda esa hipótesis. Salió a responderle el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, y planteó que Salinas debe mostrar alguna evidencia de ese vínculo o retractarse de sus dichos “irresponsables”.

A su vez, el FA cuestionó los anuncios realizados el miércoles por el presidente Luis Lacalle Pou, alegando que no asumen ni afrontan la gravedad de la situación actual. Y el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo) criticó a los dos bandos, al condenar las limitaciones al acceso a la información sobre temas vinculados a la pandemia de coronavirus por parte del gobierno nacional y de la Intendencia de Montevideo.

En el sector empresarial también hay lamentos y demandas por el impacto de las restricciones vigentes, desde los agentes inmobiliarios de Colonia hasta la Cámara de Salones de Fiestas.

Por último, la Sociedad Uruguaya de Dermatología y el Ministerio de Salud Pública nos recuerdan que en estos meses no sólo debemos protegernos del contagio de covid-19, sino también de las radiaciones ultravioletas que pueden causar cáncer de piel, y nos advierten que “no existe bronceado seguro”.

Hasta el lunes.