Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Ayer, en el primer día del verano y a diez de fin de año, la Cámara de Representantes se reunió en sesión extraordinaria para tratar el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo, en agosto, sobre la personería jurídica de las organizaciones sindicales y empresariales, que fue aprobado con los votos de la coalición de gobierno.
El proyecto crea un registro de esas organizaciones en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) que es voluntario, pero acota que los sindicatos que no se inscriban no podrán recibir de las empresas, como lo hacen actualmente, el dinero correspondiente a cuotas sindicales de los trabajadores que solicitan que se les descuenten “por planilla”. El artículo que dispone esto es el que no le agrada al PIT-CNT, desde el cual se alegó que es una forma de presión para que se cuente con personería jurídica, pese a que los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que los sindicatos son libres de organizarse como les parezca mejor a quienes los integran, dentro del marco general de la legalidad, sin injerencia gubernamental en la materia.
En todo caso, 90% de las organizaciones sindicales uruguayas ya tienen personería jurídica, y buena parte del resto no ha hecho los trámites correspondientes porque, con la normativa aún vigente, los requisitos del Ministerio de Educación y Cultura no se adecuan bien a las características de un sindicato, cosa que cambiaría con el nuevo registro en el MTSS.
La ausencia de personería jurídica determina, entre otras cosas, que el dinero o la propiedad de bienes sindicales figuren a nombre de personas físicas, y todas las partes están de acuerdo en que esto no es lo mejor, aunque cada organización recibe y controla, según sus estatutos, la información al respecto.
¿Por qué se trató ayer el proyecto en Diputados? Es cierto que, en el marco de la campaña para el referéndum contra 135 artículos de la ley de urgente consideración, el oficialismo está interesado en hostigar a los sindicatos, pero esta iniciativa no se destaca en tal sentido, y es probable que a esta altura del año tenga poca repercusión. Quizá el motivo tiene que ver sobre todo con asuntos internos de la “coalición multicolor”.
Se ha agitado mucho la idea de que los sindicatos y el PIT-CNT como tal realizan oscuros manejos de dinero, que por algún motivo quedarían al descubierto si contaran con personería jurídica. Quienes creyeron en este relato tienen sus expectativas, y el tema es uno de los que utiliza Cabildo Abierto (CA) para presentarse como el único partido decidido a impulsar cambios de fondo, acusando de “tibieza” al resto del oficialismo.
Es posible que los acusados hayan querido sacar el asunto de la agenda con la aprobación de la iniciativa del Ejecutivo, más moderada que otras en la materia de CA, del diputado nacionalista Pablo Viana y de la senadora Carmen Asiaín, que claramente contrarían los criterios de la OIT.
Ayer CA quiso agregarle al proyecto del Ejecutivo, sin éxito, la exigencia de voto secreto en las elecciones sindicales y la eliminación del descuento “por planilla”. Estas propuestas pasaron a comisión, de modo que los cabildantes pueden seguir con su matraca.
Hasta mañana.