La agencia Reuters informó este lunes que el gobierno de Angola solicitó a un tribunal holandés que entregue una participación de 500 millones de dólares en la compañía petrolera portuguesa Galp, vinculada a la ciudadana angoleña Isabel Dos Santos.

La mujer es la hija mayor del expresidente José Eduardo dos Santos que, según se denuncia, se aprovechó de los altos precios del petróleo en la última década para tejer una red global de acuerdos comerciales que llevaron a su enriquecimiento personal.

La economía del país africano está ahora golpeada por las consecuencias económicas del COVID-19 y debe asumir una abultada deuda externa, por lo que busca recuperar activos “desviados”. Su principal objetivo es Isabel, en la actualidad la mujer más rica de África.

La oferta legal por la participación de Galp no se ha informado previamente.

Dos Santos dirigió brevemente la petrolera estatal Sonangol desde 2016 hasta 2017, cuando terminó el gobierno de cuatro décadas de su padre. Esta empresa fue la principal accionista del hotel Cipriani que se levantó en La Barra, en Maldonado, a principios de este siglo. Luego se llamó hotel Mantra y actualmente “Punta del Este”, pero Vidaplan SA ya no pertenece a Sonangol. Trabajadores del establecimiento dijeron a la diaria que los inversores africanos pagaban los sueldos puntualmente a pesar de que el hotel casi no tenía huéspedes durante la temporada baja.

Isabel dos Santos, que vive fuera de su país, ha negado cualquier conexión con la empresa matriz en el centro del caso, Exem, que sería propiedad de su difunto esposo, según el artículo de Reuters. Rechazó los cargos de irregularidades y dijo ser víctima de una caza de brujas política por parte de los nuevos líderes de Angola.

El reclamo legal de Sonangol deberá ser escuchado en la última semana de mayo en el tribunal de apelaciones de Ámsterdam, dijo el abogado de la empresa estatal, Emmanuel Gaillard, del bufete de abogados Shearman & Sterling. Argumentará que la participación de Exem se adquirió mediante malversación de fondos y lavado de dinero.

“Todo es corrupción ... tú (Exem) nos debes las acciones, la participación indirecta en Galp, porque es un robo. Es ilegal, por lo tanto, hay que devolverlo”, dijo Gaillard.

Dos Santos y sus vínculos con Maldonado

La familia del expresidente de Angola solía venir cada año a pasar las vacaciones en un chalet ubicado en el flanco oeste de Punta Ballena, con ventanales hacia el atardecer.

En esta zona del país su hija Isabel descubrió la revista Caras y luego negoció una licencia para poder publicar Caras Angola, que todavía se edita en ese país. Otra hija del exmandatario, Welwitschea dos Santos –también conocida como Tchizé- vive hoy exiliada y lamenta la persecución contra su familia, pero alega que es más digno residir en el extranjero que permanecer en su país acosada por “acusaciones falsas”. También acusó al actual presidente angoleño, João Lourenço, de ser el “principal detractor” de su familia.

José Eduardo dos Santos, nacido en 1942, ocupó el cargo de presidente de Angola entre 1979 y 2017, cuando las elecciones las ganó quien entonces era su delfín, el ministro de Defensa, Lourenço.

Dos Santos, que había participado en el movimiento armado contra la ocupación portuguesa, llegó al poder luego de ocupar el cargo de ministro del primer gobierno que se instaló en el país tras la independencia, a la que siguieron 27 años de guerra civil, de 1975 a 2002.

En 1992 fue electo por primera vez en unas elecciones cuestionadas por la oposición. Antes de que se celebrara una segunda vuelta, el principal rival de Dos Santos, Jonas Savimbi, de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), denunció fraude y se levantó en armas contra el gobierno.

Dos Santos ha sido denunciado por decenas de actos de corrupción, en particular vinculados a la privatización de servicios públicos, como el petróleo, con los que se enriqueció patrimonialmente.