Según el último reporte difundido por el Ministerio de Salud argentino este miércoles, la cifra de muertes por coronavirus superó las 60.000 en el país, luego de que en las últimas 24 horas se sumaran 291 fallecimientos y 25.932 contagios.
De acuerdo a lo que informó el portal Infobae, si bien el aumento de los contagios en el último mes parece haber dejado de ser exponencial, sin haberse frenado, en los últimos 25 días, la cantidad de nuevos muertos cada 24 horas se duplicó. Por los retrasos en la carga de datos que se producen generalmente los fines de semana, es conveniente considerar el promedio diario semanal. El 24 de marzo, el promedio de nuevos muertos diarios era de 102 fallecidos cada 24 horas y este miércoles esa marca llegó a 220, más del doble.
El país se encuentra atravesando el momento más duro de la pandemia, según expresó en una conferencia de prensa realizada en la mañana por la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Argentina “está viviendo el peor momento de la pandemia iniciada el 3 de marzo del año pasado”, expresó la jerarca, quien consideró que esta es la etapa de “más riesgo”. Vizzotti además defendió el Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) con el que el Gobierno nacional suspendió por quince días las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). “Necesitamos priorizar la salud por sobre la política. La fundamentación que presentaremos en la justicia es lo mismo que dice el DNU: priorizar la salud, y poner en valor, en jerarquía, el riesgo colectivo”, dijo la ministra de acuerdo a lo que informó la agencia Télam.
La funcionaria explicó que las medidas tomadas se focalizan especialmente en el AMBA dado que en ese espacio geográfico se vio un “aceleramiento en el número de casos” que ha sido “exponencial” y que pone en riesgo la capacidad de respuesta del sistema de salud.
En ese marco, aclaró que la suspensión de clases presenciales se da sólo en el espacio que comparten la Ciudad de Buenos Aires y los distritos bonaerenses que la rodean, que tiene una motivación “sanitaria” y que “no se contrapone con ningún otro derecho”.
La decisión de la suspensión de la presencialidad escolar, judicializada por la oposición al gobierno mediante un recurso de amparo presentado por el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el macrista Horacio Rodríguez Larreta, también fue el tema de conversación que abordaron este miércoles el presidente Alberto Fernández, quien se reunió con su ministro de Educación, Nicolás Trotta.
Según se informó oficialmente, el mandatario y Trotta evaluaron las condiciones en las que se dan las clases presenciales en cada provincia y abordaron la situación metropolitana ante el incumplimiento del fallo de la Justicia Federal por parte de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, Trotta expuso las “alternativas” que viene desarrollando la cartera educativa “para desplegar una agenda de presencialidad administrada que permita reducir la circulación” en aquellas zonas que presenten mayor riesgo epidemiológico debido al crecimiento exponencial de casos de coronavirus.
La audaz jugada político judicial de Rodríguez Larreta, que en definitiva será resuelta por la Corte Suprema, que se declaró competente en el caso, también acarreó otras actuaciones en la Justicia. Además de una demanda presentada por sedición y atentado a la salud pública contra él y otros referentes de su sector político por parte de la abogada Valeria Carreras, el PRO, este miércoles la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) presentó una denuncia penal ante la justicia contra el jerarca por delitos contra la salud pública y por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
“Larreta no hace más que estimular la circulación de la gente en un momento muy delicado para el país y para los trabajadores”, expresó el secretario general de la ATE Capital, Daniel Catalano, luego de presentar la denuncia ante los tribunales, en declaraciones al diario Página12.