En una conferencia de prensa este miércoles, previa a la Marcha del Silencio 2021, la asociación Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos hizo una invitación a toda la población a sumarse este jueves a las 19.30, a través de Facebook Live, a la transmisión de un video conmemorativo, donde se buscará replicar el tradicional grito “presente” que se realiza en la marcha, de forma virtual.

Alba González, una de las madres de la organización, tomó la palabra y recordó en su discurso a otras madres que fallecieron en el último año; aseguró que la marcha, en este momento en que Uruguay atraviesa las peores cifras relacionadas con contagios y muertes por coronavirus, con una aumento de la incertidumbre, “se convierte en un inmenso e imprescindible abrazo de solidaridad y apoyo que nos incluye a todos”.

La consigna de la marcha será “¿Dónde están? No al silencio ni a la impunidad”. Como todos los años, se mantiene el objetivo de ser escuchados en el reclamo por verdad y justicia y esperan obtener “respuestas de nuestros gobernantes, porque sigue siendo inconcebible que no nos entreguen la verdad, que no nos digan qué fue lo que hicieron con cada uno de ellos. Es un día emblemático, de profunda reflexión sobre todo lo que sucedió en nuestro país durante los años de terrorismo de Estado, de lo que se ha hecho para prevenirnos como sociedad y no alentar el mismo camino autoritario que terminó en el golpe, y de todo lo que aún falta de verdad y justicia para lograrlo”, afirmó González.

Para los familiares, “los tres poderes del Estado no han asumido a fondo esta responsabilidad; entre todas las faltas, cada vez es más inadmisible que hoy sigamos sin saber dónde están”, subrayó González.

Por su parte, Elena Zaffaroni hizo referencia a las palabras del presidente Luis Lacalle Pou, quien aseguró que su búsqueda de información se hará “en silencio”. Ante eso, respondió: “Confiamos, confiamos en la gente, en la fuerza que da el reclamo, porque este reclamo no ha sido escuchado, no se ha exigido a las Fuerzas Armadas que entreguen esta documentación, y es un debe que se ha mantenido a lo largo de los años”.

Además, aludió al discurso del comandante en jefe del Ejército, Gerardo Fregossi, y aseguró que fue “más de lo mismo”: es “intolerable que el Ejército decida lo que entrega y no entrega, y en ese discurso se trasuntan muchas cosas, queriendo hacer pasar por un ‘antes y un después’, como dijo el ministro [de Defensa Nacional, Javier García]; pero se reivindican en contra de las leyes que se forman, protestando porque no cobran lo que tienen que cobrar y no haciéndose cargo de los delitos que se cometieron institucionalmente”.

Los documentos recientemente encontrados “no implican nada nuevo”

Durante la conferencia, González también hizo referencia al archivo que el Ministerio de Defensa Nacional entregó a la Fiscalía y a la organización con documentos que abarcan operativas militares de la década de 1970 hasta 1986. Para la militante social, estos papeles “confirman la participación institucional de las Fuerzas Armadas y de las órdenes superiores para cometer los gravísimos delitos perpetrados. Siempre hemos dicho que esos registros existen y que es posible conseguirlos, y una vez más los acontecimientos recientes nos dan la razón”.

De todas formas, agregó que “todavía se apela únicamente a que la institución militar tenga la voluntad de entregarlos, lo que nos lleva a conseguir una documentación repetida e irrelevante para la búsqueda; la información importante no se conseguirá sin una firme exigencia. Ellos saben dónde y cómo buscar”, sentenció, aludiendo a los militares.

En esta línea opinó también Nilo Patiño, miembro de la organización, quien en la rueda de prensa aseguró: “Es claro que los documentos que aparecieron no implican nada nuevo. Según la versión del gobierno y de los militares, están aportando a la verdad, pero en realidad no aportan nada, esos documentos están repetidos en otros archivos de los que ya disponíamos”.

Además, cuestionó que de un “documento prolijamente encuadernado” falten archivos de algunos años, porque según comentó, del año 1973 salta a 1977. “¿Por qué no entregan todo? ¿Por qué de a pedacitos? Queremos que salgan los documentos, le duela a quien le duela, porque esa es la única forma de reconstruir la verdad, de llegar y estar más cerca”.

También recordaron en la conferencia que el año pasado la organización le entregó información a Lacalle Pou sobre la existencia, en la sede de la División 1 del Ejército, de “importantes archivos de la OCOA [Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas], documentos donde figuran operaciones que presumiblemente podrían aportar datos sobre nuestros desaparecidos, y a la fecha no hemos tenido ninguna respuesta”.

Para González, “la marcha real y la virtual condensan esa exigencia por encima de banderas partidarias, generaciones o creencias: todos tenemos cabida en esta lucha por verdad y justicia, porque la verdad nos pertenece como sociedad a todos, y nos necesitamos todos para exigir y respaldar acciones de los tres poderes del Estado que develen esa información que sigue oculta en los cuarteles y comandos, en los cuerpos de nuestros desaparecidos”.