Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Los cuestionamientos al senador frenteamplista Charles Carrera planteados el domingo en el programa de televisión Santo y seña ilustran sobre los problemas que implica contar sólo en parte una historia intrincada y presentar especulaciones como si fueran hechos probados.
La historia comenzó en 2012, cuando Víctor Hernández recibió un balazo en la puerta de su casa en La Paloma, y sufrió una lesión grave en la médula que lo privó del uso de sus piernas. El caso dio lugar a la presentación de una denuncia penal y otra civil, que hasta hoy no han derivado en fallos favorables para Hernández, y el delito está cerca de su plazo de prescripción.
En el programa se presentó la versión de la víctima y su hermano, según la cual la bala partió de la casa de enfrente, donde vivía el entonces subcomisario de La Paloma y había una fiesta con presencia de policías y civiles, un narcotraficante y prostitutas.
La investigación interna realizada por la Policía y la de la Justicia penal concluyeron que el origen del disparo no se podía probar. La demanda en lo civil se desechó debido a ese resultado de la penal. Santo y seña no informó sobre los fundamentos de los fallos judiciales, ni sobre otras versiones de los hechos e incluso pericias que constan en los expedientes.
Carrera, que era en ese momento director de Secretaría del Ministerio del Interior, se ocupó de que Hernández recibiera tratamiento de rehabilitación en el Hospital Policial, donde estuvo internado unos tres años, y tickets de alimentación por valor de 20.000 pesos mensuales.
Según Hernández y su hermano, lo hizo para encubrir a policías responsables de la tragedia, con la intención de que la víctima, en una situación de dependencia, no avanzara en sus demandas, y cuando se presentó la civil se interrumpió el tratamiento.
El programa hizo suya esa tesis, manteniendo en pantalla con frecuencia la frase “Comprar el silencio para encubrir policías”. Sin embargo, el propio hermano de Hernández grabó sin consentimiento una conversación con Carrera en la que este insiste en que se debe presentar una demanda civil. La grabación, difundida parcialmente en Santo y seña, había sido entregada hace años a la Justicia en el marco de esa demanda.
En el programa se insistió en que la internación de Hernández en el Hospital Policial se realizó en forma ilícita y mediante falsificaciones. Carrera, que no ha respondido hasta ahora en forma detallada a las acusaciones contra él, afirma que fue un procedimiento excepcional pero no ilegal, por motivos humanitarios.
Los policías indagados también han denunciado a Carrera, y dicen que no ayudó a Hernández para protegerlos, sino porque la víctima está vinculada con su sector, el Movimiento de Participación Popular.
Todo esto coincide, según se informó sobre el final de Santo y seña, con que el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, presentó el mes pasado una denuncia contra Carrera por hechos con apariencia delictiva con relación a esta historia. El senador ha sido un duro crítico del ministro por sus actuaciones en el acuerdo con Katoen Natie y en materia de seguridad pública. Faltan muchos elementos para juzgar, y sobran motivos para especular.
Hasta mañana.