Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El ministro de Defensa Nacional, Javier García, realizó una breve visita protocolar a las nuevas autoridades de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), y en una rueda de prensa posterior mostró escasa sintonía con las competencias y las tareas de ese organismo.

García informó que había invitado al Consejo Directivo de la institución a visitar la casa ubicada en Juan Paullier 1190, donde el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) instaló la más importante de sus “cárceles del pueblo” para mantener secuestradas a varias personas en muy duras condiciones. Alegó que, así como su ministerio “ha facilitado” el acceso a lugares donde se cometieron crímenes en el marco del terrorismo de Estado, considera conveniente que quienes integran el Consejo vayan a esa casa, que también “fue un lugar de violaciones de los derechos humanos”, porque “conocer la historia completamente puede ayudar en algún sentido a la INDDHH”.

Para empezar, el ministro no parece estar enterado de que, como señalaron en sendas entrevistas con la diaria el nuevo presidente de la institución, Marcos Israel, y el único integrante reelegido del Consejo, Wilder Tayler, el concepto de “violaciones de los derechos humanos” que enmarca las tareas de la INDDHH sólo se refiere a las responsabilidades estatales.

En segundo lugar, si García piensa que las autoridades de la institución ignoran qué ocurrió en el período que se sigue llamando “pasado reciente”, es preciso concluir que no las considera aptas para los lugares que ocupan, pero en todo caso resulta poco claro de qué modo piensa que las ayudaría a cumplir con sus cometidos la visita que les propuso.

De acuerdo con lo establecido por ley en 2008, la institución está habilitada a realizar informes y recomendaciones para “la defensa, promoción y protección, en toda su extensión”, de los derechos humanos reconocidos por la Constitución y el derecho internacional. Una ley posterior le encomendó, en 2019, “la búsqueda de las personas detenidas y desaparecidas en el marco de la actuación ilegítima del Estado” del “13 de junio de 1968 al 26 de junio de 1973, así como durante el terrorismo de Estado desplegado” del 27 de junio de 1973 al 28 de febrero de 1985, y “la investigación de la verdad sobre las circunstancias de la desaparición y la ubicación de los restos”.

¿Acaso García supone que ver la “cárcel del pueblo” de la calle Paullier debe cambiar de algún modo el enfoque de la cuestión de los desaparecidos? ¿Cree que las acciones del MLN-T fueron una causa de las desapariciones forzadas o que de alguna forma relativizan su gravedad? Es posible que no y que se haya tratado solamente de gestos politiqueros hacia una tribuna cerril, que se aferra a la teoría de los dos demonios para disimular las infamias de la dictadura y el pacto de silencio que las encubre. Esto no le quitaría, por cierto, gravedad a lo que dijo el ministro. Sólo le quitaría seriedad.

Hasta mañana.